Mostrando entradas con la etiqueta política. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta política. Mostrar todas las entradas

domingo, 16 de mayo de 2010

A la parrilla

A petición del respetable (don Honorato Valcárcel Segurola y otros doce incondicionales más, o menos) repesco la tuiterada que me casqué anoche cuando supe que Su Excelencia, o Ilustrísima, o eso, o sea, el ministro José Blanco, alias Puesandaquetú, había elegido a Belén Esteban para contarle a la España real lo que estaba pasando. Y ya, ya sé que si tu Gobierno va a 'La Noria' a contar sus problemas, tú tienes un problema, por burro.

Pero a lo que iba. Me hice una parrillada televisiva basada en José Blanco, al que no le importa que le llamen en breve y diminuto, amén de un apellido como para jugar con el de otros. Decía (dije) yo anoche, que es lo que quería refrescar don Honorato y otros doce locos, con origen en este @guillermocat:
Así que seguí yo un rato:
  • ¿Hay alguno que no lo esté?
  • ¿Te imaginas al ministro Blanco haciendo su trabajo en vez de machacar al que no es ministro? Guao.
  • El blog del ministro Blanco está en ídem. O peor: tienen comentarios (moderados) de adictos con ganas de tesis. No enlazo.
  • Y Zapatero mañana en El Conciertazo. Envíe 5555 para botar.
  • Y Pajín en Los Mundos de Yupi Yupi
  • Y Mlikito en Sigue habiendo un Circo
  • Y Bibiana presentará Barria Sésama
  • Y Camps saldrá en Saber Vivir
  • Y Garzón en Expediente X
  • Y Uxue Barkos en Vaya Semanita
  • Y Rajoy en Sálvame
  • ...O Garzón en cese i
  • Y Elena en Salgados por la Campana
  • Y Correa en Hay una carta para ti
  • Y nosotros... sin Padre de Familia
  • Lo mejor de no ver la tele es (...¡no vais a creerlo...!) no ver la tele.
Well, don Honorato, espero que al recibo de la presente se encuentre bien en compañía de los suyos. Sálveme.

sábado, 27 de marzo de 2010

La cabeza como un bombo









Los ciudadanos de a pie y los internautas no son los únicos a los que les quitan la cartera a la fuerza y a regañadientes.

La cosa comenzó con el famoso canon en todos los artilugios digitales que compramos porque, viva la libertad y la democracia y la sociedad avanzada, todos los que usamos para nuestro trabajo un ordenador, internet, un pendrive, un CD y demás herramientas, somos en potencia auténticos piratas. O sea, tenemos que pagar de más por si acaso somos malos chicos y hacemos cosas malas. Si esto no es un impuesto injusto y disparatado, que baje Dios y lo vea.

El problema es que este atraco cuenta con la bendición del Gobierno, que no solo lo autoriza y protege, sino que además va y lo amplía, con festividad y alevosía. Mientras el común de los mortales festejábamos a San José, este Gobierno aprobaba la conocida como Ley Sinde, que en la práctica autoriza un procedimiento administrativo, que no judicial, para cerrar aquellas webs que se considere que propician la descarga ilegal de películas y canciones. Viva la Pepa y viva la libertad. ¿Para qué están los Tribunales de Justicia, entonces? A saber.

Y ya me perdonarán si me pongo así de serio con el asunto, pero es que la ministra responsable (o irresponsable, según) de todo esto me persigue, y que conste que no es paranoia. Ahora que uno se las prometía felices y se preparaba para formar parte de los 14 millones de desplazamientos que la DGT prevé esta Semana Santa, me anuncian que la ministra vendrá a verme… en persona.

Mi origen está en Calanda, en el Bajo Aragón, un pueblo que probablemente es más conocido por ser la cuna de Luis Buñuel que por servidor, donde todos los años, de Jueves Santo a Sábado Santo, mantenemos la tradición de tocar tambores y bombos sin cesar. Se trata de una celebración que se ha hecho tan popular e internacional que congrega cada edición miles de visitantes, entre ellos a gran número de famosos, celebridades y, claro, autoridades. Pues eso: que va y resulta que este año la invitada de honor, para dar inicio a los toques, es la ministra de los impuestos añadidos y las libertades recortadas.

Así que, a mi vuelta, ya les contaré cuánto me ha cobrado la ministra y sus monaguillos por estar tocando la marcha conocida como La Palillera, sin pagar un euro a los herederos de Mosén Vicente Allanegui, su creador hace ya casi un siglo. Y lo malo de todo esto que les digo es que a lo peor no es broma.

Sanseacabó Nº 73, emitido por 98.3 Radio






viernes, 26 de febrero de 2010

El péndulo de Zapatero

Ahora mismo, en la Antártida, se ha desprendido un iceberg del tamaño de Luxemburgo y, aunque los entendidos dicen que no tiene que ver con el cambio climático sino con los movimientos naturales de las capas de hielo, uno, desde su ignorancia, sigue dudando que haya tanta naturalidad en los desprendimientos glaciares, en las lluvias torrenciales del Atlántico, en las inundaciones del sur, en los aludes del norte... No sé.

En cualquier caso, es de suponer que la madre naturaleza es muy sabia y sabrá lo que se hace. Y parece que el Gobierno de Zapatero se ha contagiado de esa improvisación para convertirse en el Gabinete más impredecible del planeta. Se necesita un mapa de ruta para saber qué están pensando y qué piensan proponer, cada dos horas, más o menos.

Como lo oyen. Mientras la crisis económica va al galope y aquí nada hace pensar que haya un plan serio para salir del pozo, van ahora los sindicatos y se manifiestan para exigir al Gobierno que ojito con el trabajo y ojito con la edad de jubilación.

Pues qué quieren que les diga. Que después de dos años largos de crisis, sin una medida seria, con una política económica con más vaivenes que el péndulo de Foucault, van ahora los sindicatos y como que se dan cuenta de que la cosa no funciona. Y ese autismo es difícil de entender. ¿Hubieran tardado tanto en movilizarse e incluso en plantear una huelga general si en la misma situación el Gobierno hubiera sido de derechas? Pues va a ser que no.


Sanseacabó Nº 71, emitido por 98.3 Radio






viernes, 5 de febrero de 2010

Curso ZZZ de Economía en Dos Tardes


Ahí lo tienen, en el desayuno de oración con Obama, en la esperada confluencia interplanetaria, y metiendo el dedo en el ojo del personal con eso del jornalero y el jornal. Hombre, señor presidente, que las aguas bajan turbias y eso de hablar de salarios mientras el contador de parados no para suena, por lo menos, a provocación. Puestos a invocar a lo más alto, yo le hubiera aconsejado otra cita, que a lo mejor no está en la Biblia pero que desde luego hubiera entendido todo cristiano, e incluso el que no lo es: "Que Dios nos coja confesados". Y acudo a esta plegaria porque la que de verdad serviría es la que encierra el refrán "a Dios rogando y con el mazo dando", pero que si quieres arroz, Catalina, y a las pruebas me remito.

¿Saben qué? Todo esto lo arrastramos desde que, en sus tiempos de candidato a presidente, el señor Rodríguez Zapatero reconoció que no tenía ni idea de economía, y el hoy ministro Sebastián secretario de Estado Jordi Sevilla le dijo entonces que tranquilo, que en dos tardes le ponía al día. Y claro, así nos va, con semejante preparación, tan profunda ella. Bueno, no se trata de ponerse trascendentales, pero es evidente que la preparación intelectual y técnica, la educación en suma, se hacen imprescindibles para el progreso social. Sí, reconozco que me ha quedado muy solemne, pero qué quieren que les diga.

No puedo evitar relacionar la desorientación económica actual con el nivel de preparación de la tropa que viene detrás, los colegiales de hoy que serán los productores de mañana. Y aunque de todo hay en la viña del Señor, no deja de sorprenderme el contenido de un libro que esta misma semana ha salido a la venta y que, tras el inquietante título de Anécdotas de profesores, se esconden lo que ya estarán imaginando: una colección de perlas, auténticas joyas del conocimiento y comprensión de algunos alumnos esparcidos por nuestra piel de toro.

Este tipo de libros recopilatorios llevan año publicándose, pero algo ha cambiado. Los de antes llevaban en su título la palabra disparate, que ahora se ha deshinchado hasta el concepto anécdota, que debe ser políticamente más correcto por aquello de la normalización, la igualdad y tal.

Bueno, vale, que cada cual califique como quiera el hecho de que un alumno conteste en un examen que Apolo es el dios de los helados, o que que el calvinismo es un movimiento de hombres calvos, o que Cibeles es la diosa donde el Real Madrid celebra la Liga, o que la conferencia de Berlín la convocó Gunilla von Bismarck.

Insisto, que cada cual lo califique como quiera, pero convendría recordar como lo hace el autor del libro que, según un informe de la Unión Europea, más de un 25% de alumnos españoles de 15 años tienen un insuficiente nivel de comprensión lectora, ocho puntos por encima del nivel normal. Y claro, esto es peligroso de difundir, porque a lo peor alguno de estos chavales se emociona y cree que vamos goleando a Europa.

Eso sí, de algo podemos estar orgullosos: nuestros alumnos tienen carácter para protestar con firmeza ante los profesores sus notas. Hubo uno que, tras ser suspendido al decir que Lutero se enfrentó al Papa de Roma porque no se quiso hacer una fotografía con sus tesis, acudió al profesor a reprocharle el suspenso y a defender su teoría, mostrándole que el libro de texto decía exactamente: "Lutero no se quiso retractar de sus tesis contra la Iglesia Católica".

Sanseacabó Nº 69, emitido por 98.3 Radio






viernes, 9 de octubre de 2009

El novel


Capítulo LV:
"Desde el que nunca lo fue hasta el que ya lo ha sido".

Paco Lérico, 'Memoria de ganas', Ed. Crepúsculo, pág. 2.009 y ss.

Sanseacabó Nº 58, emitido por 98.3 Radio






viernes, 5 de junio de 2009

domingo, 24 de mayo de 2009

Eurodiputadas


Cuando el 7 de junio no vote al Parlamento europeo todos se me echarán encima con alguno de estos razonamientos:
a) Soy un impresentable insolidario al que no le importa su futuro.
b) El partido no ha sabido transmitirme su mensaje de futuro.

Pero mucho me temo que nadie dará en el clavo porque falta la
c) No entiendo que un eurodiputado sin virtudes gane 7.655 euros al mes por regular en comisión el cupo de la pesca de los langostinos en el Mar Menor,
y la
d) No entiendo que ese eurodiputado, para votar, cobre aparte unas dietas de 241 euros diarios, amén de viajar en business porquesí y de relajarse de tanto estrés político en el spa, los jacuzzis y los sillones de masaje que están a disposición de su señoría en las instalaciones comunitarias entre votación y votación,
y la
e) No entiendo que los partidos no manden a Europa a los políticos que enamoran, sino a los que hay que ponerles un estanco,
y la
f) No entiendo que las directrices europeas se preocupen más de los petardos en Valencia (que no me gustan pero es su pueblo y que San Pedro las bendiga) que del pleno empleo y de la justicia equitativa,
y la
g) No entiendo que cuando el fisco me ataca inmisericorde descubra, humillado, que mis impuestos van más a los 7.655 mensuales + 241 diarios de su señoría que a salvar los puestos de trabajo que se esfuman sin que tan privilegiados asalariados sepan remediarlo,
y la
h) No soporto la tortura insufrible de aguantar otra vez a los mismos de siempre, y durante dos semanas, llenando los telediarios a base de mensajes apocalípticos sobre los horrores que provocan los otros pero sin una idea propia que merezca la pena para descubrir el futuro.
y la
i) Europa es una entelequia política y económica que vive de la teta pública regulando lo que no sabe porque confunde al tulipán con la margarina. Una cosa es llevarse bien entre vecinos y otra, intolerable, es que un alemán me diga a qué hora tengo que apagar la luz.
y la
j) la jota no me la toquen
y la
k) [...llenar al gusto...]

Conozco a dos eurodiputados. El uno me dijo que no pasaba nada si no iba en la lista de las próximas elecciones, pero se tiró llorando a los pies del presidente de su partido (a la sazón presidente de comunidad autónoma) rogándole que le dejara repetir porque tenía equis hijos. El otro, hace algún año, era alcalde quemado de gran ciudad y me aseguró que estaba deseando dejar la cosa pública para dedicarse a lo privado... hasta que consiguió que su partido lo colocara en Bruselas; lo primero que hizo fue cambiar su domicilio del noreste peninsular a las Canarias para poder cobrar más kilometraje del Europarlamento/yo. Ambos especímenes no pertenecen al mismo partido y nunca saldrán en otros papeles que no sean actas prescindibles que firmaron sin saber en qué estaban contribuyendo al bienestar social.

7.655 euros al mes + 241 al día. Hoy. Brutos. Pues claro que me importa el futuro.

viernes, 27 de febrero de 2009

Qué cruz

La vieja directriz romana de que al pueblo hay que suministrarle pan y circo para mantenerle distraído de los asuntos importantes es que ya ni se puede aplicar, o cada vez es más difícil hacerlo. El pan escasea con la crisis, y el circo, ay el circo. Es que ya nos echan hasta de la UEFA, esa especie de competición europea de segunda donde siempre quedaba algún español para golear a unos pobres húngaros o rumanos y darnos así una pequeña alegría. Pero qué poco dura la alegría en casa del pobre...

Así que el circo se reduce a aplaudir como tontines a la primera actriz española en conseguir un oscar, aunque sea secundario, como si eso nos vengara de no sé qué y situara a España en el lugar del mundo que le corresponde. El que no se consuela es porque no quiere. Eso sí: ya que vamos de romanos, al césar lo que es del césar: Penélope Cruz comunicó al mundo entero su orgullo por ser de Alcobendas, y eso le honra, y mucho, a una diva como ella.

Pero lo cierto es que, de puertas para adentro, ni pan ni circo. Y ya sea por cuestiones electorales, o por crispación acumulada, o por ambas, el caso es que hemos vivido otra semana de enfrentamientos verbales y hasta físicos que han convertido el suelo patrio en una corrala nada edificante, la verdad. Como casi siempre, cuando las urnas comienzan a hervir, la sangre se dispara. Alguien pretende resolver a mazazos su indefensión ante los violentos en algún lugar del País Vasco, mientras otros políticos, por Galicia, ya se van hasta el insulto personal para descalificar al contrario. O sea, nada nuevo bajo el sol: qué mejor argumento políticamente convincente que decir que nuestro adversario tiene más orejas que Dumbo y además su mujer está operada.

Sanseacabó Nº 43, emitido por 98.3 Radio






viernes, 20 de febrero de 2009

La Edad de Carbón

¿Se arreglará la administración de Justicia con una huelga de sus togados titulares? Va a ser que no. Si ustedes han visitado los juzgados aunque solo sea por cuestiones, digamos, burocráticas, se habrán percatado de que siguen en la Edad de Carbón. Los expedientes se abren a golpe de teclear la olivetti, con papel carbón para tres copias, y archivadores de esos A-Z que llenan estanterías hasta agobiar. Los sumarios son eternos y parece existir una competición encubierta para ver quién llena más folios a base de gerundios (del tipo habiendo y considerando), de modo que el récord debe andar por los doce mil folios para instruir el misterioso caso del insulto a un ciclista por la acera.

Los juzgados se quedaron dormidos en el siglo XIX y a lo peor la culpa es de la famosa "entre todos la mataron y ella sola se murió", pero lo cierto es que se respira naftalina y da muy mala espina porque parecen prisioneros del pasado. Hace muy pocos años, cuando los teléfonos móviles comenzaron a ser de uso corriente, tuve que acudir a un juzgado con varios familiares para unas gestiones, y nos encontramos con que en su entrada habían clavado un cartel que rezaba: 'Prohibido entrar con móviles'. Y mi cuñada, que es muy avispada, soltó a bote pronto: "Bueno, espero que a los sospechosos les dejen entrar por lo menos con coartada".

Si la Justicia, ya de por sí, lleva tiempo oliendo a naftalina, solo faltaba el episodio del ministro de la cosa, Fernández Bermejo, yéndose de cacería (de animales) con el omnipresente juez Garzón, justo cuando éste presentaba su tradicional Colección de Invierno, este año a cargo de modelos del Partido Popular en la pasarela. Si en otras temporadas se decantó por los socialistas, o por las víctimas de la guerra civil, en esta ocasión ha preferido los tonos genoveses para volver a las portadas de los periódicos.

En fin, recapitulemos: estamos ante la misteriosa historia de un ministro que se va a pegar tiros sin licencia y lo hace junto a un juez que a las pocas horas ya está instruyendo sumarios contra la oposición. A mí, como supongo que a muchos, desde el primer momento me recordó a esa España de pandereta tan bien retratada por Berlanga en "La escopeta nacional". Lo que pasa es que, encima, el diario catalán La Vanguardia ha descubierto que en una escena de esa genial película estrenada hace nada menos que 32 años, ya aparecían bermejos y ministros. ¿Casualidad? Puede ser, pero no tiene desperdicio.

Post Emisión: El juez Garzón, hospitalizado por una crisis de ansiedad

Sanseacabó Nº 42, emitido por 98.3 Radio






viernes, 23 de enero de 2009

Bienvenido, Mister Obama


Obama se ha convertido en la gran esperanza, en el nuevo Mister Marshall que creemos que solucionará todos los problemas del mundo con su varita mágica. Obama es ese líder con el que todo pueblo sueña, porque por lo menos habla bien y contagia su entusiasmo a los ciudadanos sin negarles ni ocultarles la gravedad de la situación. Vamos, nada que ver con nuestro ínclito vicepresidente, capaz de declarar (como hizo el pasado fin de semana) que el Gobierno ya no tiene más medidas que aplicar contra la crisis y eso es lo que hay. Así que hemos llegado a tal punto de insensibilidad, que nuestro Gobierno viene a decirnos que cada palo aguante su vela y aquí no pasa nada. Por eso, es normal que otra vez volvamos nuestros ojos hacia Washington y recemos para que Barack Obama sí sepa por qué y para qué ha sido elegido.
Sanseacabó Nº 39, emitido por 98.3 Radio






sábado, 13 de diciembre de 2008

Hambre de justicia


Los muertos de hambre salen una vez al año en los medios de comunicación. Se hacen famosos ahora en diciembre, cuando la FAO publica su informe anual, que es una cifra de famélicos y punto. Se deja un hueco para decir que este año son 963 los millones de personas desnutridas y a otra cosa, salsa rosa. No hay sitio, no hay tiempo para entretenerse con menudencias, porque al fin y al cabo poco más podemos hacer, por mucho que el portavoz de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación grite, con educación, que 30.000 millones de dólares bastarían para atajar seriamente esta vergüenza humana, este crimen organizado contra la humanidad.

¿30.000 millones? Va a ser que no queda ni uno, porque bastantes más, cientos de miles de millones, se han echado al cepillo de la banca, que se los ha vuelto a cepillar en un plisplas. Además, primero habrá que arreglar lo de los 50.000 millones de dólares que el astuto Bernard Madoff robó a los ricos avariciosos, a los inversores sin alma que juegan a multiplicar sus fortunas a costa de la especulación. Hay seres humanos que podrían vivir con treinta dólares y hay desalmados que no saben vivir ni con mil millones. Y los gobiernos, los sistemas financieros y todo el engranaje legalujo prefiere, de siempre, proteger a los poderosos, porque es más fácil y más rentable, aunque sea injusto.

Los pobres no dan guerra, porque ya se matan entre ellos, en el quinto cono perdido de la Tierra; y además, cuantos más se maten entre ellos, menos hambrientos quedarán en el mundo. Los ricos dan guerra en otros pozos de interés, en los países con petróleo y recursos que no se saben defender. Esto lo hacen, claro, de puertas para afuera, que luego están los repartos domésticos y entre familias de abolengo. Y la sociedad sigue narcotizada viendo cómo los que mandan no se enteran de la fiesta, cómo los ricos derrochan lo que no es suyo hasta arruinarnos a todos y cómo luego, esos mismos que mandan, les vuelven a llenar los bolsillos a los ricos, con el dinero de todos, porque han prometido, palabrita, que esta vez se portarán mejor.

¿Y que por qué nadie salta y se rebela ante tamañas injusticias? Para mí que porque la sociedad está bien hipnotizada. Mientras en la tele echen entrevistas con ex alcaldes convictos, suicidios en directo y algo de fútbol, el personal está bajo control, camarada.

viernes, 5 de diciembre de 2008

La grandeza


La Constitución supuso un enorme ejercicio de generosidad y altura de miras por parte de todos los representantes políticos, capaces de ponerse de acuerdo en lo esencial para hacer posible la convivencia de todos los ciudadanos, algo que se dice pronto pero es bien difícil de conseguir.

El caso es que hoy, 30 años después, vuelve el debate cíclico sobre si nuestra Carta Magna debe ser reformada o no. Y como es ella misma, la Constitución, la que ampara entre otras libertades la de expresión, podemos conocer el estado de opinión de la sociedad a través de la Prensa. Y resulta que, según de qué pie cojee cada periódico, el enfoque del titular es bien ilustrativo. Así, para algunos diarios la noticia es que El 50 por 100 de los españoles está a favor de una reforma constitucional, mientras que otros periódicos titulan que El 50 por 100 de los españoles está en contra de una reforma constitucional.

Bien, pues aclarado este punto, por lo menos ya sabemos en qué inciden los reformistas de la Constitución:

En primer lugar, en la ley de Sucesión, ya que hay una corriente que quiere que desaparezca eso de que los varones tengan prioridad para heredar la Jefatura del Estado. Y yo, si les soy sincero, estoy bastante a favor, sobre todo para ver si me aclaro dentro de esa familia real, tan llena de nietos, nietas, consortes y ex consortes que precisa de una hoja de ruta para trazar la sucesión. Eso sí: en lo que no se ponen de acuerdo estos promotores, por lo visto, es en que si esa reforma debe afectar desde ya al Príncipe Felipe o debe aplicarse más adelante, en la siguiente generación. Lo cual, si me lo permiten, es una forma algo sibilina de tirar la piedra y esconder la mano, dejando la patata caliente para los que vengan después.

Otro de los aspectos más demandados por los partidarios de la reforma constitucional es definir, que ya va siendo hora, las funciones y el sentido del Senado, esa Cámara que, hoy por hoy, nadie sabe a ciencia cierta para qué sirve.

El problema radica en la presumible imposibilidad de volver a poner de acuerdo a todos los representantes políticos. Hoy es el día en que se sigue recordando, como gran gesta titánica, eso de poner de acuerdo a casi todos para aprobar un marco de convivencia que contentara a la mayoría. O sea, que no es por pecar de pesimista, pero eso de volver a conseguir un consenso político se me antoja bien difícil. Aunque, por supuesto, ojalá me equivoque.

Sanseacabó Nº 36, semana 49 de 2008, emitido por 98.3 Radio






viernes, 7 de noviembre de 2008

Un presidente tirando a negro

En lo que al parecer todo el mundo está de acuerdo es en que se vislumbra un rayo de esperanza con este primer presidente tirando a negro, después de ocho años sumidos en lo que todos sabemos y para qué vamos a insistir.

La duda que siempre he tenido, y que se ha acrecentado tras comprobar el interés mundial por estas elecciones, es el porqué no podemos votar todos, o sea, mayormente la humanidad entera, para ver a quién preferimos de presidente de ese país porque, a la postre, se convierte en el mandatario más influyente del globo.

Pero bueno, no, no podemos votar, pero sí apechugar con las consecuencias, buenas o malas, del quehacer del inquilino de la Casa Blanca. Y parece que este hawaiano tan majo, que lleva diez años sin parar de hablar, cae bien a todos, pero especialmente a las abuelas, y todos sabemos que la aprobación de las abuelas es fundamental. Y además, creo que ellas tienen razón: si total, todos lo van a hacer más o menos igual, que para algo estamos globalizados, por lo menos que mande el más majico.

Ese grito electoral demócrata del 'yes we can', que algún gracioso ha traducido como 'ya es fin de semana', encierra esa vaguedad tan característica de toda formación política cuando busca un eslogan electoral. Los demócratas americanos dicen 'sí, podemos', pero no especifican qué es lo que podemos. Es como aquel partido español que se presentó a la campaña electoral con la frase 'seguimos avanzando', pero nunca especificó hacia dónde.


Sanseacabó Nº 34, semana 45 de 2008, emitido por 98.3 Radio






lunes, 27 de octubre de 2008

El trastero de las leyes

Las viviendas vienen con trastero porque casi nadie tira el somier de recién casados, el ventilador de 2'5 aspas, la silla de mimbre con el culo desvencijado, el gorro mexicano de cuando la luna de miel, las botas de esquiar de cordones y la caja de herramientas con dos escuadras desparejadas y tacos de distinto calibre para por si acaso. Pocas casas se libran de ese diogenismo que tanta ilusión hace cuando se firman las escrituras. Doce metros cuadrados que la familia se disputa, en un auténtico campeonato de zarrios, a ver quién lo llena antes con cosas más absurdas que ni se usan ni sirven ni servirán, pero que nadie osa tirar porque las protege un principio fundamental en la familia: nunca se sabe. Además, una vivienda sin trastero es como un peregrino sin calabaza, que tampoco la usa pero le da un toque de distinción.

Los estados, o sea, los países, también tienen trasteros donde almacenan sus aperos inservibles, desfasados y hasta cómicos, pero a los que por lo visto nadie se atreve a dar piadosa sepultura. Es el caso de leyes enmohecidas que no tienen ningún sentido, por lo menos hoy, pero que ahí siguen por si acaso: nunca se sabe. Ahora, a propósito de las ya cercanas elecciones norteamericanas (ufff), los de la Cadena Ser están haciendo una promo para sus informativos francamente divertida y oportuna (sé que es fácil, pero no puedo evitarlo: una cuña de coña). Se trata de recordar leyes absurdas que todavía rigen allí y que sirve como preámbulo para un eslogan que más o menos dice que "para entender las elecciones de Estados Unidos primero hay que entender a Estados Unidos".

Y cuánta razón tienen. Algún día desempolvaré las joyas que tengo en algún trastero sobre las ocurrencias de los abogados norteamericanos en juicio, del tipo del letrado que interroga al testigo queriendo averiguar si "esas escaleras que usted dice que bajaban al sótano, ¿también subían?". Pero picado por las carcajadas de la Ser he husmeado por la red y he encontrado este reportaje de The Times de hace algo más de un año y que recopila las 25 leyes más ridículas que siguen vigentes en sus respectivos países. Por ejemplo, nos informa de que en Francia sigue estando prohibido llamar Napoleón a un cerdo, o que en Londres usted no puede coger un taxi si tiene la peste, mientras que el taxista tiene prohibido transportar a perros rabiosos o a cadáveres.

Pero como hablábamos del trastero legal de Estados Unidos, centrémonos. He aquí algunas de las leyes que hay que cumplir en el Gran Hermano Americano, gobiernen demócratas o republicanos:
  • Alabama: es ilegal vendar los ojos a una persona mientras conduce.
  • Ohio: prohibido tener un pez borracho.
  • Miami: prohibido pasearse por la comisaría encima de un monopatín.
  • Florida: las solteras que salten en paracaídas los domingos pueden terminar en la cárcel.
  • Kentucki: es ilegal llevar ocultas armas que excedan de 1'82 metros.
  • Boulder, Colorado: prohibido matar un pájaro dentro de los límites de la ciudad, además de ser ilegal poseer una mascota, ya que los ciudadanos se limitan a ser legalmente los acompañantes de los animalicos.
  • Vermont: las mujeres deben tener una autorización escrita de sus maridos para poder llevar dentadura postiza.
En fin, que si se busca por la red se pueden encontrar más de medio millón de páginas que tratan de leyes absurdas aunque, por prudencia, es mejor dejar a la mayoría en el trastero. Las leyes ridículas existen, sí, pero también son presa fácil para el creador de leyendas urbanas, cuya veda nunca cierra. En cualquier caso, el pasar un rato de morirse de risa está garantizado. Se non è vero, è ben trovato.

viernes, 24 de octubre de 2008

Hoy no se fía

¿Ustedes saben quiénes son los entendidos en economía? Yo personalmente creo que lo somos todos y a la vez que no hay ninguno. Porque si de verdad hubiera algún entendido en la cosa económica, digo yo que hubiera visto, previsto o por lo menos intuido la que se avecinaba. Pero no, aquí ha llegado el desastre del capitalismo mal entendido y ha cogido a todo quisque con el nikkei al aire. Así que cuidadín con quién vamos y de quién nos fiamos.

Sin ir más lejos (o yendo, según se mire), ¿podemos fiarnos de los norteamericanos? A mí, personalmente, me da un yuyu y me explico. Resulta que fueron ellos la cuna donde se incubó el virus hipotecario, origen de los males que están arrasando medio planeta, y ahora son ellos mismos los que organizan un party para decirle al mundo de los elegidos lo que hay que hacer para no volver caer en los errores del capitalismo.

Y además, como ya sabrán, España no aparece en ese mundo elegido, así que la cosa encierra su buena paradoja: ellos nos contagian de su enfermedad y luego ellos nos venderán su propio antídoto. Y nosotros a tragar y a quejarnos desde la impotencia, como hace el presidente Rodríguez Zapatero, desde que supo que no estará en la cumbre de Washington el próximo 15 de noviembre.

Sanseacabó Nº 32, semana 43 de 2008, emitido por 98.3 Radio






viernes, 17 de octubre de 2008

En el 2078 se hará justicia

Queridos lactantes: a ojo de buen cubero, calculo que seréis vosotros los que dentro de unos 70 años vean cómo algún juez español se pone a perseguir a los responsables, si es que queda alguno vivo, del desastre económico en el que hoy estamos todos sumidos. Es lo que tiene la justicia española: que va un pelín lenta y ahora, de momento, no se puede ocupar de los ladrones que están desvalijando la caja común de la sociedad global porque andan poniendo orden en asuntos de 1936. Así que paciencia, paciencia.

Personalmente, y como profano que soy en materias como la de la administración de justicia, lo que más me ha sorprendido es eso de que un juez se declare a sí mismo competente para instruir un asunto. Hombre, así cualquiera. ¿Y por que los demás no podemos hacer también de Juan Palomo y declararnos aptos para lo que más nos interese? Bueno, la verdad es que en la práctica ya está ocurriendo. Algunos banqueros y buitres financieros se declararon competentes para hacerse multimillonarios a costa de las paupérrimas economías ajenas y hoy siguen de rositas. Algunos empresarios de la industria del automóvil, que en ejercicios precedentes presumieron de beneficios multimillonarios, hoy mandan al paro a miles de sus trabajadores con la peregrina excusa de la ley del mercado, y todo porque se han declarado competentes a sí mismos para hacer lo que les dé la gana en materia de uso y disfrute de su plantilla laboral.

Sanseacabó Nº 31, semana 42 de 2008, emitido por 98.3 Radio






viernes, 10 de octubre de 2008

La crisis, para el que trabaja

¿Que por qué somos los pardillos los que pagamos la crisis? Pues por eso: por pardillos. Si intentamos averiguar qué pasa con los fondos monetarios, la respuesta siempre es: callad, que vosotros de eso no entendéis. Si intentamos averiguar cómo es posible que un banco anuncie a bombo y platillo que en el primer trimestre ha duplicado sus beneficios y en el segundo le pida al Gobierno 30.000 millones de euros porque no les llega, la respuesta siempre es: callad, que son cuestiones relativas a las oscilaciones de los mercados internacionales y vosotros de eso no entendéis.

Y tienen razón: porque yo de eso no entenderé, pero creo que tengo meridianamente claro que ellos tampoco. Ahora resulta que ni el presidente del banco sabe cuánta porquería almacena entre sus activos, que ni el Fondo Monetario Internacional sabe hasta dónde va a llegar el bofetón general, que ni los gobiernos llegan a intuir de qué dimensión es el agujero negro al que se enfrenta la sociedad…

En fin, que comos ustedes sabrán, la humanidad se divide en tres tipos de personas: las que saben contar y las que no. Y como dijo otro sabio de Wall Street: “Arreglar los problemas económicos es muy fácil, sólo se necesita dinero”.

Sanseacabó Nº 30, semana 41 de 2008, emitido por 98.3 Radio






jueves, 9 de octubre de 2008

Por fin, una respuesta política a la crisis

Cuando esta mañana he puesto la radio con el primer café una voz femenina estaba leyendo lo que sigue. Lo he pillado empezado, a medias, así que al oír frases del estilo de "es una crisis de importantes magnitudes", "esta situación debe hacernos reflexionar a todas y todos", "unidos aportaremos las mejores soluciones posibles" y demás (no les quiero chafar todo el texto, porque no tiene desperdicio), lo que ha venido a mi mente somnolienta, por orden, ha sido a) que era un ejercicio práctico del curso por correspondencia Hágase político en diez lecciones, b) que había un concurso público de tópicos y esta oyente era, de largo, la ganadora, c) que Faemino y Cansado adelantaban su actuación en Pamplona y d) que era un programa de esos de tomadura de pelo a la audiencia.

Pero no. Bueno, por lo menos no era de tomadura de pelo adrede, o sea, en plan bromista, sino que para mi estupor eran las reflexiones de la presidenta del Parlamento de Navarra. Ahí es na. Y lo gordo es que esta joya de profundidad ha debido parecer tan buena e imprescindible que no solo ha sido radiada varias veces sino también publicada en las páginas de Opinión de algún periódico local. Y entonces me he dicho yo a mí mismo que era una injusticia que este análisis se quedase entre las cuatro paredes forales sin que el resto de la humanidad tuviese acceso. Así que este humilde rincón, en su altruista afán de servicio público, les transcribe el artículo que marcará un antes y un después en la crisis.
Ante la actual situación económica
ELENA TORRES MIRANDA

A crisis nos empuja, la desaceleración nos preocupa, la recesión nos frena, el estancamiento no nos permite avanzar. No es lo más importante el término técnico o periodístico que estemos utilizando para definir el momento y la situación económica por la que está atravesando nuestro país y nuestra comunidad, como parte, que lo son, de Europa y del resto del contexto internacional. Atravesamos, los más desfavorecidos en mayor medida, momentos de dificultad económica y de aumento del desempleo. Las diferentes administraciones ven reducidos sus ingresos, la ciudadanía en general, una parte más que otra, sufre con impotencia y comprueba desafortunadamente que su hipoteca o la cesta de la compra suben. Las empresas presentan regulaciones de empleo, cuando no despidos o cierres.
mmTodos los analistas coinciden en que estamos inmersos en una situación económica excepcional: por tanto, esta es una crisis de importantes magnitudes, nada predecible y que pone en cuestión el modelo de liberalismo económico, que dejaba todo en manos del mercado, de los poderosos, y sin apenas intervención de los poderes públicos democráticos. Pues bien, haciendo de la desgracia virtud, esta situación, hoy más que nunca, debe hacernos reflexionar a todas y todos, pero muy especialmente a la llamada clase política de esta nuestra Comunidad foral, en particular, y de España en general.
mmDebemos, es nuestra obligación, alejarnos de posicionamientos que sólo se justifican en la defensa de los intereses del partido, cuando no, de la identidad de raza o territorio. Nuestra acción, en estos momentos especialmente, debe estar sustentada en el reconocimiento del problema y apoyada en el convencimiento de que juntos lo conseguiremos antes y mejor.
mmUnidos, la ciudadanía nos lo demanda, aportaremos las mejores soluciones posibles con el menor coste social posible, desde la responsabilidad y siempre construyendo aquello que es mejor para las navarras y los navarros, sin olvidar nunca que ellos y ellas fueron los que nos eligieron para el desempeño de estas importantes responsabilidades y que, más pronto que tarde, a ellas y ellos les deberemos rendir cuentas de nuestras actuaciones, de nuestros aciertos y también de nuestros errores.
mmCiudadanos y ciudadanas de esta Comunidad foral, en estos momentos tan especiales y singulares, como presidenta del Parlamento Foral, institución que representa a todos/as los ciudadanos/as, que aspira y trabaja, día a día, por representarles, me gustaría hacer un llamamiento a todos y cada uno de los partidos políticos, a todos los grupos parlamentarios que conforman esta institución, para que estén o estemos a la altura de las circunstancias y, al margen de quien ostente la Presidencia del Gobierno, bien de Navarra o de España, unan, unamos esfuerzos.
mmNo es el momento de intentar rascar o conseguir un puñado de votos, en vez de arrimar el hombro, haciendo leña, sino fuego, del árbol caído; lo que se conseguirá con ello es algo de calor momentáneo y, por tanto, escasamente duradero. Es el momento de lo contrario, de todo lo contrario. Es el momento de demostrar que los votos que nos otorgaron, que la confianza y la responsabilidad que en nosotros depositaron, han merecido la pena, porque se utiliza para dar solución a sus/nuestros problemas y no como arma arrojadiza contra el adversario político.
mmLo importante, lo más importante son las ciudadanas y los ciudadanos navarros, a ellos nos debemos y es nuestra responsabilidad poner medios para intentar solucionar sus problemas. Al menos esta presidenta del Parlamento así lo entiende y para conseguirlo va a trabajar.
Elena Torres Miranda es presidenta del Parlamento de Navarra.
Definitivamente, la situación es mucho, muchísimo peor de lo que yo podía sospechar. Si antes tenía miedo, ahora es para hacérselo encima. Y encima esto no le va a gustar ni a la ministra Aído, porque a la presidenta se le han olvidado algunos los y algunas las, y por ahí sí que no.

P.S. He vencido la tentación de hacer subrayados porque privaría a los lectores de tan relajante pasatiempo. (No, la verdad es que he empezado a hacerlos pero he desistido al ver una enorme raya que cruzaba el artículo de principio a fin).

martes, 30 de septiembre de 2008

Camino a la perdición

El departamento de ingeniosillos del Financial Times calificó como PIGS a Portugal, Italia, Grecia y Spain, a santo del fulgor y caída económica de estos cuatro países. Como ya tuve ocasión de despacharme sobre lo que pienso de la agudeza del prestigioso diario económico, no insistiré mucho en ello, aunque sí lo necesario. Por ejemplo, para reafirmar mi convencimiento de que los juegos de palabras los carga el diablo, y que bien podría hacer yo uso del derecho de réplica para rebautizar a su primer ministro Gordon Brown como Gran Marrón, que es el que le ha caído al Gobierno de Su Graciosa Majestad con la réplica del terremoto financiero que conmueve a los estadounidenses. Hoy, el Financial Times se envaina la pluma y se deshace en halagos hacia el Santander, que ha salvado a los bancos británicos que hacen agua por todas partes, y al sistema bancario español, encarnado por el Banco de España.

A lo peor lo que pasa es que el FT, de tanto elevarse para divisar pocilgas en lontananza, se ha quedado sin olfato para aspirar los propios aromas que emanan de su suelo patrio. Porque en la Gran Bretaña, como en los Estados Unidos, al final resultará que el crac (del ing. crack) hay que achacarlo al barril de petróleo y a los insensatos consumidores que pretenden pagar una hipoteca al 30% de interés, cuando lo más que dan por un depósito es un 0'3%, y eso si no lo quitan por gastos de gestión y tal. A los cerdos de los que tanto gusta el FT es más fácil encontrarlos entre tanto broker y consejero delegado que viste de Armani y maneja Volvos con la pasta ajena. En época de bonanza les debemos dar las gracias, y en época de crisis les debemos dar la risa. Si por su gestión avariciosa y egoísta mandan un entramado al garete ni se inmutan, que para pagarlo ya están los despidos, y si ni aún así llega, ya vendrá el papá Estado a pagar la cuenta de la borrachera. Mientras, al chalé de la sierra y a esperar la siguiente partida de monopoly.

No sé si son cerdos, pero sí ladrones. Y los Gobiernos, en vez de soltarles a la Policía, les sueltan cheques a los pobres. Quienes hemos tenido la desdicha de padecer gestiones de escándalo sabemos la impotencia que nos regurgita desde lo más hondo al ver cómo los ladrones de guante blanco y alma negra se van de rositas a saquear otra hacienda que no es suya, mientras dejan a los asalariados sin salario y sin esperanza.
Pero voy a dejarlo ya, porque en la tele ahora van a echar entre los bloques de anuncios Camino a la perdición, que no es un documental sino una peli en la que sale un grandísimo actor y mejor hombre que nos acaba de dejar. Siempre se van los mejores.

martes, 8 de julio de 2008

Treinta años

El sábado 8 de julio de 1978 era de gran juerga. Aunque había entrado a trabajar pocos meses antes en La Gaceta del Norte de Bilbao, me pedí mis primeros días de vacaciones para venirme a Pamplona con Ana a comernos los Sanfermines. Ese día, después del almuerzo familiar y su correspondiente y obligada tertulia maratoniana, nos bajamos ella, su hermano Eneko y yo hacia la plaza de toros, a eso de las ocho de la tarde, donde habíamos quedado con nuestros amigos para sumarnos todos al ambientazo que siempre se crea con la salida de las peñas.

Y de repente, cuando ya estábamos todos juntos, qué raro. Empezamos a oír sirenas de todo tipo: policiales, ambulancias, de bomberos. Al levantar la vista pudimos ver cómo del interior de la plaza de toros salía una tremenda humareda negra, mientras la gente huía despavorida y en todas direcciones: jóvenes y mayores, abuelos, padres con niños en brazos… Desconcierto total. Acerté a parar a un hombre algo mayor, del que aún me acuerdo de su cara, y le pregunté qué estaba pasando. “¡Nos están matando, nos están matando!”, me contestó casi llorando mientras echaba a correr otra vez.
dibujo de la revista TriunfoLo que acababa de pasar lo contaba así el periodista Gonzalo Goicoechea en la revista Triunfo, en su número del 15 de julio de 1978:
Había terminado la corrida. Unos cuantos mozos pasearon por el ruedo una pancarta pidiendo amnistía. El tendido de sol les apoyaba, el de sombra –como siempre– silbaba. “Presoak kalera”, unos; “San Fermín, San Fermín”, otros. Se atacan unos a otros, y de pronto, por la puerta de salida de las peñas, la Policía entra en la plaza y comienza a disparar botes de humo, balas de goma, balas. Fue el comienzo del pánico, del terror. Los sanfermines de este año acabaron el 8 de julio sobre las ocho y media de la tarde. A partir de ese momento Pamplona se encontró con la desolación y el miedo. Numerosas personas participaron en diferentes manifestaciones en contra de la actuación policial. El Gobierno Civil, el Palacio Foral y los establecimientos bancarios fueron el blanco de sus iras: ni un cristal entero, numerosas barricadas, violentos enfrentamientos, detenciones callejeras a punta de pistola. De todas estas escenas la televisión del Estado solo emitió unos minutos y sus imágenes solo recogieron los golpes, cargados de indignación, que unos cuantos mozos dieron a un gris [policía antidisturbios] caído en la arena”.
(…)
Todo el mundo coincide en un punto: el origen de los hechos fue la entrada de los grises al ruedo. A partir de esta actuación policial se desencadenó la tragedia. El gobernador civil para Navarra, señor Llano, tantas veces pedida su dimisión, en una rueda de prensa celebrada el domingo reconoció que la actuación policial había sido “desafortunada e innecesaria”. ¿Por qué habían entrado en la plaza?
La comisión de peñas solicitó del delegado de Martín Villa [ministro de Gobernación] dos días de luto y la retirada de la Policía Armada de las calles. Ninguna de las dos peticiones fueron aceptadas (…). Tampoco aceptó que el lunes se celebrara un funeral en la plaza del Castillo en memoria de Germán Rodríguez, veintisiete años, miembro de Comisiones Obreras y militante de la Liga Comunista Internacional (LKI), fallecido en la madrugada del domingo tras ser herido en la cabeza por una bala (…).
A estas horas de hace hoy exactamente treinta años, descubrí que estaba invadido por el pavor y la ira. Echamos a correr hacia casa, en el centro, en medio de una nube de humo, de un mar de sirenas y de un concierto de balas que era contestado por un coro popular de “¡asesinos, asesinos!”. Llegamos al portal justo cuando un furgón policial, en dirección contraria, venía a toda pastilla hacia nosotros. El resto de mi gente (incluida Paula, de la que Ana estaba embarazada de cinco meses) entró al galope tendido… y me dieron con la puerta en las narices. Y allí, aporreando para que me abrieran, me afeitó una pelota de goma que, afortunadamente, hizo añicos uno de los cristales de la puerta y no mi cráneo.

Era tal la indignación, la impotencia y la rabia, que Eneko y yo volvimos a bajar pasado un rato y allí vimos, escondidos tras árboles en las cercanías del Gobierno Civil, cómo un montonazo de gente se enfrentaba a pedradas, tras parapetos improvisados con vallas de obra, a los grises que, por Dios, no dejaron de disparar ni un segundo pelotazos y botes de humos. Y allí no se me acabó la rabia, pero sí el valor para seguir, después de que otra pelota de goma hiciera diana con un sonoro gong en una señal de dirección prohibida que tenía a medio metro.

Estos sucesos, sus causas y sus responsables, nunca han sido investigados.