martes, 5 de agosto de 2008

De hito en hito

Hace falta tener morro para pedir disculpas (que es lo que desde ya hago) a los 3,72 visitantes de este rincón por las telarañas acumuladas por aquí en las últimas semanas y, a continuación, anunciar que agosto se adivina yermo por aquello de las vacaciones. Pero es lo que hay.

Primera excusa no pedida que demuestra acusación: me he enfrascado la segunda quincena de julio, entre otros menesteres, en lavar, marcar, peinar y perfumar el especial Cincuenta años de hito en hito que ya está a la ventana en Internet. Una web específica que repasa media centena de momentos importantes en la historia de mi Facultad, que este curso cumple sus bodas de oro. Un trabajo realizado bajo la batuta del ínclito Esteban López-Escobar, un imprescindible cimiento en esta sempiterna búsqueda del periodista cabal. Lo de la batuta es metáfora a medias, porque Esteban, de hecho, está dirigiendo la orquesta sinfónica de la Facultad de Comunicación, y anuncia una fuga que en el introito ha sido de adaggio pero que ya deja sentir un in crescendo agitato que avanzará de allegretto a allegre, ma non troppo, hasta reventar en un fortissimo compás como desenlace sinfónico el 16 de mayo de 2009.

Pero tiempo al tiempo. Ahora, de momento, queda la web como aperitivo de lo que será un libro con textos y, sobre todo, fotos que escanean los cincuenta cursos de comunicación en Pamplona, y que verá la luz en otoño.

Así que con la tarea cumplida y las maletas hechas me lanzo a los Pirineos a respirar y a hacer algún subibaja señalizado para tortugas fumadoras. A lo peor, como el año pasado, dejo por aquí algún rastro gráfico de tales andanzas, pero no prometo nada. Yo creo que es bueno que el blog también respire de vez en cuando, lo cual pasa a ser la segunda excusa no pedida. Pero sigue siendo lo que hay.

Portaos bien y cerrad al salir.