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viernes, 11 de diciembre de 2009

Nada nuevo bajo el sol

Los pobres servidores del pueblo, tan preocupados ellos por nuestra salud y futuro, se están pegando la vida padre en Copenague. Y lo de menos es que se estén poniendo las botas de fuagrás y caviar en los hoteles de lujo de la ciudad, nada menos que a 700 euros la noche y por cabeza. Digo que es lo de menos, porque lo gordo viene ahora: según ha investigado el diario británico The Daily Telegraph, nuestros sacrificados políticos se han desplazado en alrededor de 140 aviones privados para llegar hasta ese lugar, por el que ahora, día y noche, se están moviendo en 1.400 limusinas. ¿El resultado? Pues que ellos solitos están produciendo, en diez días, la misma contaminación que provocaría una ciudad de 200.000 habitantes. Y todo ello, claro, sin entrar en detalles sobre quiénes son las paganos de semejante factura de lujo, desmadre e irresponsabilidad. En resumidas cuentas, y como diría el castizo, "con estos amigos, ¿quién necesita enemigos?".

No sé a ustedes, pero a mí lo que me sorprende es que nadie se sorprenda. Sale por la tele todo este informe del despilfarro supino y fariseísmo extremo, y al personal no se le mueve ni una ceja. ¿Será que el dióxido de carbono también derrite las neuronas y por eso ya nadie se queda helado al enterarse de tanto disparate? ¿O será que nadie mueve un músculo precisamente por eso, porque se ha quedado helado?

Cualquier cosa puede ser, porque, ya que hablamos de helados, el telediario se marcha de Copenague a Oslo para seguir su informativo, esta vez con la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz a un novel, como es Barack Obama, que no solo no ha hecho nada para merecerlo sino que, además, declara al aceptar el galardón que "la guerra es necesaria".

Toma ya. Y seguimos sin mover una ceja cuando este líder mundial, que ha llegado a serlo entre otras cosas por saber vender la paz (de mentirijillas), acepta el kilo de euros con una mano mientras con la otra envía 30.000 nuevos soldados a Afganistán, ya saben, donde se desarrolla una guerra imprescindible para garantizar el futuro de los Estados Unidos.

Sanseacabó Nº 64, emitido por 98.3 Radio






sábado, 28 de marzo de 2009

Los fariseos salen a la luz


A los sabios de turno, al parecer cada día más desocupados, no se les ha ocurrido otra cosa que proponer un apagón mundial, de una hora de duración, como protesta contra el cambio climático. Y a mí, les soy sincero, este tipo de acciones, que florecen como churros (y más con la llegada de las redes sociales) me parecen una solemne bobada.

Vamos a ver: mi tesis es que cada uno ya debería estar lo suficientemente educadito como para saber lo que es el despilfarro, o sea, para salir de casa después de cerrar el grifo. Pero en el supuesto de que no fuera así, ¿qué se consigue con una acción de sesenta minutos si luego cada cual sigue a su bola?

Me parece que es tan absurdo intentar matar moscas a cañonazos como pretender hundir un buque a perdigonadas. Y así vemos, en un telediario sí y en el otro también, cómo los gobiernos no se ponen ni por asomo de acuerdo en cuestiones capitales como son el protocolo de Kioto, los niveles de emisión de CO2 o la contaminación industrial mastodóntica, y resulta que si yo apago mi luz una hora, el planeta tiene futuro.

En España, la campaña del apagón general está previsto para el sábado 28 de marzo, de ocho y media a nueve y media de la tarde, y ya me perdonarán si por poco se me escapa la carcajada. ¿Qué por qué precisamente de ocho y media a nueve y media de la tarde? ¿No tendrá algo que ver que justo media hora después, a partir de las diez de la noche, televisan el partido de fútbol España-Turquía? Pues eso, ¿por qué no proponen el apagón de diez a once, que parece más normal? Pues yo les diré por qué: porque en estefariseísmo entran también las cadenas de televisión, que apoyan iniciativas como ésta pero, eso sí, siempre fuera de los horarios que para ellos son perjudiciales.

Sanseacabó Nº 47, emitido por 98.3 Radio






viernes, 23 de mayo de 2008

Un edredón blanco

Para quienes amamos la montaña, para los que sabemos el sacrificio y recompensa que encierran esos montones de tierra que se escapan al cielo, la noticia absoluta de la semana es, maldita sea, el adiós que Iñaki Ochoa de Olza nos acaba de mandar desde 7.400 metros de altura.
Yo, modesto aficionado a patear cumbres, no he pasado nunca de los tresmiles. Y eso, además, en contadas ocasiones. El sacrificio y la preparación que requieren tamaños esfuerzos físicos y mentales sólo los conocen quienes los han padecido. Y son ellos, también, los únicos que experimentan una satisfacción inexplicable, inmensa, plena, cuando ponen el pie en la cumbre después de horas de auténtica machacada. La montaña es el país de la libertad por excelencia. La montaña recompensa el esfuerzo sobrehumano con un cheque en blanco de paz interior.
El hombre y la montaña nacieron para estar juntos. Algunos, la mayoría, no pasamos de aficionados inexpertos. Pero otros, como nuestro Iñaki, llevan ese afán de conquista a un grado de pasión absoluta que todo lo puede y ante lo que todo lo demás no importa.

Sanseacabó Nº 25, semana 21 de 2008, emitido por 98.3 Radio

domingo, 16 de marzo de 2008

Belleza en ruinas



Sólo a los españoles se nos ocurriría levantar la Real Fábrica de Armas a tiro de piedra de los gabachos. Bien, vale, la zona navarra del valle de Aezkoa era una candidata natural por su provocadora riqueza forestal, mineral y acuífera, vamos, toda la materia prima necesaria para fabricar bombas de hierro colado, granadas y munición de todo tipo para armar a las tropas peninsulares y a las destacadas en las Américas. Un terreno lo bastante provocativo como para proceder por decreto a su recalificación y levantar allí un complejo industrial que, además, se convirtió en una obra de ingeniería y arquitectura de tal magnitud y perfección que hoy, dos siglos largos después, sigue siendo puesto como ejemplo de obra maestra (de arquitectura industrial, no de recalificación terrenal).

Pero hombre, eso de estar a menos de cinco kilómetros de la frontera gala, y emboscado, provoca hasta al mismísimo Astérix. Están locos, estos hispanos. Para despejar dudas, repaso el almanaque y me encuentro con que:
1784: se inaugura la Real Fábrica de Armas de Orbaitzeta.
1784: los franceses la incendian (guerra de la Convención).
Reconstrucción.
1808: los franceses la destruyen (guerra de la Independencia).
Reconstrucción.
1834: los carlistas la queman (a lo mejor para que no lo hagan los de siempre).
Reconstrucción.
1869: la fábrica sufre un incendio fortuito (ja).
Reconstrucción.
1871: la fábrica sufre un incendio fortuito (ja).
Reconstrucción.
1873: la fábrica cierra.
Que la reconstruya su padre de usted.
–Pero si no está quemada…
–Ya, ¿y ese mechero?


Lo que queda desde entonces es un montón de ruinas bellas, evocadoras y enigmáticas que darían para otro Harry Potter. La Junta de Aezkoa está por su recuperación, pero no para reconstruir (porque al amor de la lumbre las generaciones escarmientan) sino para convertirlo en un tan de moda centro de interpretación de la Naturaleza. Supongo que para interpretar a la naturaleza humana. Aunque yo ya me atrevo a interpretar que la naturaleza y el hombre se adivinan fundidas en lo que debió ser grandioso para los dos y que hoy es una monumental ruina para los dos.

lunes, 16 de julio de 2007

Pruebas panorámicas

Para quienes no entiendan el comentario de Álvaro Moreno en un textito anterior, lo explico. En su blog fotográfico hablaba de programas para construir una foto panorámica a partir de varias instantáneas y me picó la curiosidad. Hasta ahora, las pocas veces que lo había intentado era 'a mano', con un resultado... penoso, para qué engañarnos.

Así que, por comentarios suyos y de sus colegas, descubrí que Photoshop tiene un magnífico módulo llamado Photomerge, que se encarga de todo: tú le metes las fotos que quieras (que deben ser consecutivas, claro) y él se pone a trabajar.

Hoy me he puesto a enredar y el resultado es éste:

Una panorámica del Anayet obtenida con tres fotografías. Como se ve (hazle clic para verla grande), sólo en el cielo se escapa un poco el color, pero parece inevitable por los cambios de luz que provocan las nubes...

Me gusta, me gusta el invento. Si quieres ver la panorámica y las tres fotos que la han generado, date una vuelta por nuestro chiringuito de Flickr y échale un vistazo a este álbum.

viernes, 27 de abril de 2007

El dilema del paulistano

El lema de la ciudad de São Paulo, tiene narices, es la frase latina Non Ducor, Duco [No soy conducido, conduzco]. Ja. Esta mañana, que ha llegado con un buen aguacero, los atascos de tráfico alcanzaban los 166 kilómetros, que se dice pronto. Pero aquí nadie se pone nervioso porque están acostumbrados a un ritmo de vida al son del tra-tra, que es el de quienes consumen su vida entre el tráfico y el trabajo. Un amigo madrileño me decía, hace bien poco, que estaba feliz porque desde su nueva casa sólo tardaba hora y cuarto hasta la oficina. Wao. Pero esto, a mis pares de esta macrourbe (la tercera del planeta), no les hubiera provocado ni una mueca. Aquí hay que tener cuidado cuando te dicen "vamos a almorzar aquí cerca" porque se te hace de noche en el trayecto. Eso sí: lo que tiene de bueno mientras estás contribuyendo al monumental atasco es que puedes respirar.

Porque el sino del paulistano es éste:
a) si llueve, se lanza con su coche a la ciudad a sabiendas de que va a ser uno de los millones atrapados en un caos circulatorio indescriptible pero, eso sí, con un ambiente respirable porque el agua ha arrastrado las toneladas de porquería ambiental;
b) si hay bochorno, utiliza a lo mejor otros medios de transporte y por tanto se suavizan los atascos pero, claro, casi no puede respirar por la macropolución que como una boina corona la ciudad.

Prometí pruebas del cof-cof de São Paulo y aquí traigo una contundente, gracias a mi compadre Armando, que me hace llegar la portada del diario 'O Estado de S. Paulo', de hace pocos días, ilustrada con esta expresiva imagen cuyo pie reza: "Éste es el aire que el paulistano respira". [Si quieres ver la foto más grandecica, haz clic en ella]. Con ese pie, poco comentario se puede añadir, creo.

Así que el paulistano se levanta cada mañana y tiene que pensar, antes de correr las cortinas para ver qué tiempo hace, si ese día prefiere asfixiarse yendo ligerito a su destino o respirar amuermado en medio de una caravana de chapas mientras se entretiene estudiando el ric-rac de su limpiaparabrisas. Menudo dilema.

POSDATA.- Incorporo al apartado de pruebas la foto de portada de hoy (sábado) del mismo periódico, OESP. El pie dice que la lluvia en vísperas de un puente prolongado provocó el mayor atasco del año en São Paulo con retenciones de hasta 166 kilómetros (¿veis cómo no me invento nada?), cuando la media a esas horas de la mañana de un día "normal" es de "sólo" 94 kilómetros...

Pero, que conste (y aprovecho el añadido para constatarlo), los paulistanos están felices con la belleza caótica de su ciudad. [Una aclaración para quienes pinchen en el enlace anterior: allí se habla de diez millones de habitantes, pero aquí todos hablan de veinte, porque suman todo el cinturón del llamado Grande São Paulo y que son, a la postre, las almas que conviven aquí día a día, todos los días].

sábado, 21 de abril de 2007

San Pablo

São Paulo es ciento diez Pamplonas y no es una exageración. Tiene más de veinte millones de habitantes y, del viaje Madrid-SP (once horas), la mitad –ahora sí es exageración– te la pasas sobrevolando tejados hasta que tomas tierra. Voy a estar ocho días con mis brasileiros, en el Master em Jornalismo donde siempre aprendo más que enseño. Qué vicio, el de aprender. Aprender en todos los sentidos. Por ejemplo que, como desarrollo humano, deja mi Pamplona doscientas veces más limpia que esta urbe que se despierta todas las mañanas con una contaminación de órdago (prometo pruebas). Urbe en la que tienes que invertir dos tercios de tu tiempo en llegar adonde vas. Si vas por tierra, claro, porque es la ciudad que tiene más inundado el cielo por un tráfico inenarrable de helicópteros, que son los taxis de los que no pueden perder el tiempo para cerrar negocios.

Pero... qué grandes amigos encierro en este trozo. Escribiré y dejaré huellas gráficas de este universo tan familiar. Hablaremos de periodismo, claro. Y de amigos, que es lo importante.

sábado, 31 de marzo de 2007

Juegos peligrosos

Tengo a mis amigos brasileiros muertos de la risa. Resulta que su senador Arthur Virgílio –que me dicen además que no es que sea especialmente querido– intervino en la Cámara, enérgico y hasta furioso, para alertar de los planes de Arkhos Biotech, una de las mayores empresas del mundo en la fabricación de productos vegetales para la industria farmacéutica, que pretende y propone la internacionalización y privatización de la Amazonia. El senador, ante la “extrema gravedad” del proyecto, anuncia que va a entrar en contacto con los directivos de Arkhos para mantener una reunión y frenar semejante disparate.

Una reunión que va a ser bien difícil de celebrar: resulta que Arkhos Biotech es una empresa ficticia, creada como juego virtual (‘Alternative Reality Games’) en la web de Zona Incerta. (Si entiendes el portugués puedes leer aquí la noticia completa).

Es lo que tiene de histerismo este cibermundo en el que vivimos. Poco a poco vamos confundiendo realidad y ficción. Hay millones de personas que ya se han inventado una segunda vida para hacer con ella lo que no quieren o no se atreven en la real. Esto supera con creces a los conocidos pero mucho menos practicados juegos de rol. Ahora es el totum revolutum, donde ya no sabes si tu vecino de escalera es real o se ha escapado de Matrix.

CITAS PELIGROSAS

Y para cerrar el mes con más sonrisas, os dejo con el anuncio que están pasando estos días por CNN en español. Yo lo titulo 'Ximena con X' y me parece real, muy real...

miércoles, 21 de marzo de 2007

Ya es primavera en el campus pamplonés

Con un frío que pela. Con nevadas a ratos. Cuando cayó la gorda anterior, a finales de enero, en plenos exámenes cuatrimestrales, mi amigo y colega Alberto (un murcianico de cine, que me consta que me lee aunque agazapado tras el nombre de algún antepasado bíblico) me dijo: "¿Por qué no haces una foto del campus nevado y la publicas en la web de la Facultad?" Y yo le contesté: "Eso, y la titulamos exámenes en blanco". Claro que no lo hice, porque imaginad la gracia que le hubiera hecho la ídem a la legión de estudiantes al borde de un ataque de nervios.

Pero aquella borrasca tenía sentido, en sí misma, porque estábamos en pleno invierno. Desde entonces, todo este tiempo ha parecido primavera. Y justo cuando llega la que la sangre altera, vuelve a llover blanco. Hemos pasado un día que alternaba el cielo azul que encendía la nieve para iluminar a nuestro olivo bonsai -que preside la explanada- a "fuertes rachas de viento racheado" (que dirían los ínclitos hombres del tiempo), con ventisca y guarnición. De locos.

Esta misma tarde adelantaba a dos alumnas, de Bibliotecas a Ciencias Sociales, en el momento en que arreciaba la nevada vespertina. Encorvadas para protegerse de la que estaba cayendo, se decían: "En agosto nevará".

Un vicerrector y un saxofonista, indefensos ante la nevada vespertina en el campus.

Y no me he reído, que conste. Entre otras cosas, porque no creo que lo dijeran en broma. Sobre esto del calentamiento global, del cambio climático, ya he escrito algo y ahora no me apetece insistir en un tema que tiene responsables, vaya si los tiene: otra legión de próceres egoístas hijosdelagrán que se llenan la saca al grito de el que venga detrás, que arree.

Pero bueno, ahora que me lo pienso mejor, vamos a hablar del tema. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático fue adoptada en Nueva York el 9 de mayo de 1992 y permite, entre otras cosas (tiro de Wikipedia), reforzar la conciencia pública, a escala mundial, de los problemas relacionados con el cambio climático. Objetivo: Lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático y en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurando que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitiendo que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible.
Y ahora, las risas: los países que se adhieren a la Convención son (y que cada cual subraye el/los que más carcajadas le provoque/n): Alemania, Australia, Austria, Bielorrusia, Bélgica, Bulgaria, Canadá, República Checa, Dinamarca, Eslovaquia, España, Estados Unidos de América, Estonia, Federación Rusa, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Rumanía, Suecia, Suiza, Turquía y Ucrania.

El próximo 9 de mayo (a ver si me acuerdo, y si no me lo recordáis) la Convención cumplirá quince años. Y lo hemos de celebrar esquiando en el Caribe. Con dos.

jueves, 15 de febrero de 2007

Calentamiento personal

En la sabana africana, un ratón le dice a su amigo elefante: "Te echo una carrera hasta la entrada del bosque". Cuando llegan, el ratón mira atrás y le dice: "Jodó, qué polvareda hemos levantado".

Nuestros próceres han encontrado la solución al calentamiento global: El Gobierno 'castigará' a los coches de más consumo para paliar el cambio climático. ¡Voto a bríos! Las industrias nos abrasan, los aviones rajan la sky line, las constructoras nos demuelen, la agricultura nos irradia, los coreanos nos atomizan y, la solución (¿por qué no se me ocurrió a mí?), está en castigar el uso del 4X4 (16). Dicen que hay que redescubrir el transporte público, renunciar al privado, pero... todo sigue fallando. Ni la frecuencia ni los precios de ese transporte público puede disuadir a nadie.

Mañana por la mañana, cuando como todas las mañanas vea treinta estelas de resto de keroseno (o lo que sea) de los aviones que vienen y van por los cielos de Pamplona, me conectaré telepáticamente con mi amigo que trabaja en Monreal y va y viene todos los días en coche: "Si fueras con La Veloz Sangüesina, cabrito, la Tierra tendría futuro".

(He conseguido escribir todo esto sin mencionar a Bush... -¡ups!-).