En la sabana africana, un ratón le dice a su amigo elefante: "Te echo una carrera hasta la entrada del bosque". Cuando llegan, el ratón mira atrás y le dice: "Jodó, qué polvareda hemos levantado".
Nuestros próceres han encontrado la solución al calentamiento global: El Gobierno 'castigará' a los coches de más consumo para paliar el cambio climático. ¡Voto a bríos! Las industrias nos abrasan, los aviones rajan la sky line, las constructoras nos demuelen, la agricultura nos irradia, los coreanos nos atomizan y, la solución (¿por qué no se me ocurrió a mí?), está en castigar el uso del 4X4 (16). Dicen que hay que redescubrir el transporte público, renunciar al privado, pero... todo sigue fallando. Ni la frecuencia ni los precios de ese transporte público puede disuadir a nadie.
Mañana por la mañana, cuando como todas las mañanas vea treinta estelas de resto de keroseno (o lo que sea) de los aviones que vienen y van por los cielos de Pamplona, me conectaré telepáticamente con mi amigo que trabaja en Monreal y va y viene todos los días en coche: "Si fueras con La Veloz Sangüesina, cabrito, la Tierra tendría futuro".
(He conseguido escribir todo esto sin mencionar a Bush... -¡ups!-).
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