viernes, 25 de julio de 2008

Rotos y descosidos

La crisis agudiza el ingenio. Adonde no llega la realidad de la nómina lo hace la imaginación del bote de la Primitiva. Pasamos de desvelarnos por un déficit mensual de 440 euros a soñar con que nos toquen 18 millones de eurazos. Aquí los términos medios brillan por su ausencia. A no ser, claro, que el protagonista del cuponazo sea como aquel moroso empedernido al que le tocaron cien millones de pesetas y a la pregunta de los periodistas de que qué iba a hacer con tanto dinero contestó que “pagar a acreedores”. “¿Y el resto?”, insistieron los periodistas. “El resto –dijo sereno–, que espere”.

Los derroteros que está tomando el mercado laboral no dan para coñas, pero esta crisis galopante que existe sin existir, y ante la que José Luis Rodríguez Tancredo se encoge de hombros porque dice que es la fuerza del sino, está propiciando que resucite el ingenio en busca de unos ingresos que ayuden a divisar el día 30. Todo sea por un plato de alubias.

En el renacimiento de la picaresca brilla, con luz propia, el gremio de la brujería, experto en vender ilusión a desencantados y desesperados, ese sector humano que se caracteriza por acudir a Doña Conchi, en las chabolas del extrarradio, para que le estirpe el tumor maligno que los incompetentes médicos le han detectado en el estómago. Qué sabrán ellos. Ay, donde esté doña Conchi y sus ramitas de espliego, que se quite el quirófano; y además tiene tarifas más ajustadas.

A nosotros nos ha vuelto a buzonear el Profesor Musu, con su elegante fotocopia de Word, tranquilizándonos porque ofrece “solución rápida a sus problemas” y además nos ilustra con su currículo: “La Videncia no es un oficio, es un don” y, para rimar, añade en negrita que “No hay problema sin solución”. Bravo por el optimismo. El señor Musu, para convencernos de que sabe lo que se dice, nos explica en la cuartilla: “Gran curandero, soluciona problemas de amor, trabajo, suerte, justicia, fama, exámenes, negocio, mal de ojo, problemas familiares, impotencia sexual, regreso inmediato de la persona amada, ayuda a recuperar lo que se haya perdido, protección del mal con su alta potencia de la magia africana, problemas de alcoholismo, problemas difíciles o graves resueltos en menos de 48 H. Resultados 100% garantizados” y remata semejante ganga, otra vez en negrita: “Mejora su situación económica. Atrae más clientes a su comercio” y ofrece más información de 8 a 21 horas llamando al teléfono tal.

De todas formas, y para los descreídos de la magia, les animo a venderse con humildad, ofreciéndose para todo lo que sea menester con tal de llevar un sobresueldo, o sin sobre, a casa. Tomen ejemplo los angustiados del señor Vargas Vil, que ha grabado esta cuña publicitaria que difunden las emisoras colombianas. Él sí que sabe: honestidad, sinceridad y disposición.
Escuchen:





viernes, 18 de julio de 2008

Mi ego cuesta $377.00

Bueno, para ser más exacto, cuesta $590.00, pero por ser YO y si pago al contado me lo dejan en $377.00. Aunque, ya metidos en autoestimas, si quiero mi ego en cueros nos vamos a los $615.00, pero por ser YO y siempre que siga adjuntando los numericos de la Visa mi pase a la posteridad se queda en la irrisoria cifra de $387.00 y con mi nombre grabado en la tapa. Como dice un amigo mío, “yo antes era un indeciso, pero ahora… no sé, no sé”.

Es que he sido invitado a figurar en la selectiva guía 2009 del Who’sWho in the World, el libraco donde al parecer solo figuramos la crem de la crem de los vipes mundiales, o sea Clinton, Mandela, yo y algún otro que ahora no me sale. La organización me escribió pero que muy amable pidiéndome los datos para salir porquetúlovales. Y yo se los di, claro, aunque me extrañaba que si yo era tan importante cómo es que no los tenían. Pero bueno, a lo mejor era para confirmar, y parece que de eso se trataba, porque hoy he recibido la carta (¡por correo postal, que existe!) en el que me piden un último repaso:
SANCHO, FRANCISCO, journalist, educator; b. Zaragoza, Spain, May 27, 1954; s. Francisco Asís Sancho and María Crespo; m. Ana López Senosiain, Jan. 30, 1978; children: Paula, Berta. Licenciado, Sch. Communication, Pamplona, Navarra, Spain, 1977. Editor Diario 16, Madrid, 1988-97; prof. U. Navarra, Pamplona, 1997-. Cons. Autonomo, Pamplona, 1990-. Author: (book) En el corazón del periódico. Mem.: Soc. News Design. Office: Univ Navarra Campus Univ Pamplona Navarra 31080 Spain Home: S Olave 23 Pamplona Navarra 31007 Spain Home Phone (34) 678441718.; Office Phone: (34) 948425600. Personal E-mail: pacosancho(a)yahoo.es. Business E-Mail: fsancho(a)unav.es.
Que lo revise y que se los devuelva, tenga o no correcciones, que para eso me adjuntan un sobre (sin franquear: Please stamp here. Post office will not deliver mail without postage). En la carta, la Managing Editor de la cosa me dice muy amable que mi biografía “se está estudiando para la edición 2009” del Who’sWho in the World… pero no solo eso: ¡que he pasado la primera criba y que estoy a puntito de entrar, yupi!

Además, la Managing es tan, pero tan considerada, que me advierte de que es tal la demanda de ejemplares por parte de universidades mundiales, gobiernos mundiales, entes públicos y privados, multinacionales y ávidos ciudadanos en general, que lo mejor es que vaya reservando y pagando ya mi ejemplar para asegurarme de recibirlo. Total, que estoy en un sinvivir.

Ay, qué tiempos aquellos en los que las guías de prestigio eran auténticas. Mi padre, que sí merecía salir en todas y por eso salía, era un sabio pero, de idiomas, lo justo: de inglés cero patatero. Me dijo, hace tropecientos años: “Han metido mi biografía en el Vo is Vo” y yo le entendí a la primera. Lo suyo, con las lenguas, iba de un alemán decentito a un francés, para qué negarlo, chapucero: de excursión con toda la familia por una ciudad costera gala quiso presumir ante nosotros de su soltura y, como buscábamos el Paseo Marítimo, le preguntó a un lugareño con total aplomo: “S’il vous plait, oú est la promenade du la mer…de?”. Entre otras muchas cosas, por ésta también le quería.

Pero bueno, volviendo a mi desazón: ¿Qué hago, qué hago? ¿Reservo uno o más? ¿Y vosotros queréis la dirección? O si eso me mandáis los números de vuestras visas y yo me encargo de haceros las reservas. Pero rapidito, que llegamos tarde.

lunes, 14 de julio de 2008

...¡Pero no tan fuerte, joer!


Lo de titular Agárrate fuerte a mí, Pamplona era un simple juego de palabras pero va la ciudad y se lo toma en serio. Hoy, 14 de julio, tocaría titular esta entrada con un Pobre de mí o algo parecido. Claro que, bien pensado, también podría. Pero no, no porque llevaría a la confusión; una cosa es compadecerse a uno mismo porque se acaban las fiestas de San Fermín y otra es lamentarse porque le han aguado la fiesta con un reventón del 9, de madrugada y a los pies de casa.

Hará cosa de un mes que terminaron de torturarnos durante otro mes, a esos pies de casa, con la típica obra urbana que levanta el suelo, encuentra la cañería y a reemplazarla, con su consiguiente concierto de palas excavadoras, martillos neumáticos y taladrazos a partir de las 08:00 a.m. La contaminación acústica vino acompañada de su correspondiente contaminación física: “Mañana, día tal, se cortará el agua de 08:00 a 14:00 horas. Disculpen las molestias”, decía un cartelito que aparecía cada dos por tres en el portal. Y hombre, uno, como es cristiano, la primera vez les disculpa, pero a partir de la cuarta el acto de perdonar requiere cierto grado de santidad.

Bueno, pues nada, que en esas estábamos cuando hoy, de madrugada y cuando uno andaba concentrado en rendirse al primer sueño, va la cañería y patapumba. La que se ha montado… un estruendo del carajo y el agua hacia arriba y a lo bestia. Los vecinos hemos bajado medio en bata y allí no había, de momento, nadie. Todos llamando a Emergencias y la amable señorita, al parecer encantada de tener turno nocturno en fiestas, contestando con un cansino “que síííí, que ya lo sabemoooos”. Y al rato que llegan para tomar medidas de manual: que nos apartemos, que hay peligro. “¿Peligro aquí? –le digo al agente–, pues imagínese ahí arriba, donde duermo, justo encima del boquete”. Y él, profesional, me razona: “Apártese”.

Al cabo de la hora y media, por fin han cortado el agua –¡argg! Me está bien empleado por no disculparles siempre las molestias– y han aparecido las primeras cuadrillas de operarios que mayormente se supone que entienden de esa problemática. “¿Van arreglarlo ya?”, le pregunto al que parece capataz. “No, esta noche no”, me dice y, al ver mi cara de asombro, me explica: “Es que si empezamos ahora los vecinos nos denuncian por ruidos”. Y ante semejante remolino grouchiano en el que me veo (yo mismo llamando a los bomberos para que arreglen un estropicio para a continuación yo mismo llamar a la Policía para denunciarlos), decido que lo mejor es subir a casa e intentar dormir. Pero no lo consigo.

Bueno, vale, al final lo escribiré: pobre de mí.

jueves, 10 de julio de 2008

Agárrate fuerte a mí, Pamplona

[Sugerencia: pulsar para que comience la canción y pasar las diapositivas al ritmo de los versos. Si es que carga rápido, claro]


Fotografías tomadas en Pamplona el 9 de julio de 2008, acompañadas de los versos de 'Agárrate a mí, María' de Los Secretos. Y de todos es sabido que, como ya dijeron sus primos Les Luthiers, quien conociera a María amaría a María).

Actualización 12.07.08: Versión integrada

martes, 8 de julio de 2008

Treinta años

El sábado 8 de julio de 1978 era de gran juerga. Aunque había entrado a trabajar pocos meses antes en La Gaceta del Norte de Bilbao, me pedí mis primeros días de vacaciones para venirme a Pamplona con Ana a comernos los Sanfermines. Ese día, después del almuerzo familiar y su correspondiente y obligada tertulia maratoniana, nos bajamos ella, su hermano Eneko y yo hacia la plaza de toros, a eso de las ocho de la tarde, donde habíamos quedado con nuestros amigos para sumarnos todos al ambientazo que siempre se crea con la salida de las peñas.

Y de repente, cuando ya estábamos todos juntos, qué raro. Empezamos a oír sirenas de todo tipo: policiales, ambulancias, de bomberos. Al levantar la vista pudimos ver cómo del interior de la plaza de toros salía una tremenda humareda negra, mientras la gente huía despavorida y en todas direcciones: jóvenes y mayores, abuelos, padres con niños en brazos… Desconcierto total. Acerté a parar a un hombre algo mayor, del que aún me acuerdo de su cara, y le pregunté qué estaba pasando. “¡Nos están matando, nos están matando!”, me contestó casi llorando mientras echaba a correr otra vez.
dibujo de la revista TriunfoLo que acababa de pasar lo contaba así el periodista Gonzalo Goicoechea en la revista Triunfo, en su número del 15 de julio de 1978:
Había terminado la corrida. Unos cuantos mozos pasearon por el ruedo una pancarta pidiendo amnistía. El tendido de sol les apoyaba, el de sombra –como siempre– silbaba. “Presoak kalera”, unos; “San Fermín, San Fermín”, otros. Se atacan unos a otros, y de pronto, por la puerta de salida de las peñas, la Policía entra en la plaza y comienza a disparar botes de humo, balas de goma, balas. Fue el comienzo del pánico, del terror. Los sanfermines de este año acabaron el 8 de julio sobre las ocho y media de la tarde. A partir de ese momento Pamplona se encontró con la desolación y el miedo. Numerosas personas participaron en diferentes manifestaciones en contra de la actuación policial. El Gobierno Civil, el Palacio Foral y los establecimientos bancarios fueron el blanco de sus iras: ni un cristal entero, numerosas barricadas, violentos enfrentamientos, detenciones callejeras a punta de pistola. De todas estas escenas la televisión del Estado solo emitió unos minutos y sus imágenes solo recogieron los golpes, cargados de indignación, que unos cuantos mozos dieron a un gris [policía antidisturbios] caído en la arena”.
(…)
Todo el mundo coincide en un punto: el origen de los hechos fue la entrada de los grises al ruedo. A partir de esta actuación policial se desencadenó la tragedia. El gobernador civil para Navarra, señor Llano, tantas veces pedida su dimisión, en una rueda de prensa celebrada el domingo reconoció que la actuación policial había sido “desafortunada e innecesaria”. ¿Por qué habían entrado en la plaza?
La comisión de peñas solicitó del delegado de Martín Villa [ministro de Gobernación] dos días de luto y la retirada de la Policía Armada de las calles. Ninguna de las dos peticiones fueron aceptadas (…). Tampoco aceptó que el lunes se celebrara un funeral en la plaza del Castillo en memoria de Germán Rodríguez, veintisiete años, miembro de Comisiones Obreras y militante de la Liga Comunista Internacional (LKI), fallecido en la madrugada del domingo tras ser herido en la cabeza por una bala (…).
A estas horas de hace hoy exactamente treinta años, descubrí que estaba invadido por el pavor y la ira. Echamos a correr hacia casa, en el centro, en medio de una nube de humo, de un mar de sirenas y de un concierto de balas que era contestado por un coro popular de “¡asesinos, asesinos!”. Llegamos al portal justo cuando un furgón policial, en dirección contraria, venía a toda pastilla hacia nosotros. El resto de mi gente (incluida Paula, de la que Ana estaba embarazada de cinco meses) entró al galope tendido… y me dieron con la puerta en las narices. Y allí, aporreando para que me abrieran, me afeitó una pelota de goma que, afortunadamente, hizo añicos uno de los cristales de la puerta y no mi cráneo.

Era tal la indignación, la impotencia y la rabia, que Eneko y yo volvimos a bajar pasado un rato y allí vimos, escondidos tras árboles en las cercanías del Gobierno Civil, cómo un montonazo de gente se enfrentaba a pedradas, tras parapetos improvisados con vallas de obra, a los grises que, por Dios, no dejaron de disparar ni un segundo pelotazos y botes de humos. Y allí no se me acabó la rabia, pero sí el valor para seguir, después de que otra pelota de goma hiciera diana con un sonoro gong en una señal de dirección prohibida que tenía a medio metro.

Estos sucesos, sus causas y sus responsables, nunca han sido investigados.

viernes, 4 de julio de 2008

Vanessa: “Yo no le pillé en el escroto”

Vanessa tras su mostrador. Clic en la foto para ampliar semejante testimonio en ventana independiente.

Vanessa Jandilla Foral nos recibe y atiende, amable, a pesar de que solo faltan treinta minutos para cerrar su droguería “y a esta hora el comercio se llena a reventar y me siento un pobre de mí”, dice melancólica y sin ánimo de chiste. Vanessa, que alterna su ocupación de drogodependienta con algunos bolos de verano por la Ribera de Navarra, está triste y dolida. Ha sido noticia por dos actuaciones que ocuparon la primera plana de los medios (de comunicación). Todo comenzó al verse retratada en Murchante, sorteando misericordiosa la jaula de Javier Sagardoy, la que le construyeron sus amigos para que pudiera seguir disfrutando de los encierros, a pesar de su paraplejía.
–Vanessa, ¿cómo vivió esos momentos?
–Fueron difíciles. El público se dividía, como es habitual, entre los que me proponían embestir a don Javier para que supiera a qué atenerse, y los que apostaban a que si iba a por él me quedaba sin cuernos. En fin, opté por cumplir lo que estipula el contrato, haciendo como que iba pero sin ir. Creo que mi profesionalidad queda reflejada en la foto que sacó el diario.
–El señor Sagardoy declaró, entonces, que estaba pensando en perfeccionar su artilugio con un pivote basculante que, al apretar un botón, le elevara con su silla de ruedas, poniéndole a salvo de sus embestidas, ya sin necesidad de jaula. ¿Qué opina al respecto?
–La idea era tentadora, claro. Quiero decir, tentadora para mí. Si se ha dado de cuenta, a los encierros de la Ribera acuden cada vez más cargos electos en sus respectivos coches oficiales con sus correspondientes inhibidores de frecuencias, lo que sin duda facilitaría mi trabajo, por el que me pagan. Pero en el fondo me alegro de que don Javier desistiera. Son muchos años juntos.
–A los pocos días de lo de la jaula de Murchante saltó el caso del mozo al que una vaquilla le cosió a puntazos, en el escroto, y todos los ojos se dirigieron a usted, Vanessa, como autora de la cogida.
–Sí, lo vi. Era en otro pueblo, pero claro, todos creían que por haber salido un día en el periódico iba a ser siempre yo, y eso es mentira.
–¿Tiene coartada?
–No, de eso no, pero le puedo decir lo que estaba haciendo en esos momentos. Estaba aquí, en el comercio, ordenando el pedido que me acababa de traer el viajante y que puede ver aquí detrás. Ya sabe, lo de siempre: caramelos de eucaliptus, escobillas de WC, cajas de gelatina Royal, servilleteros, botes de desodorante, champús de oferta, tijericas, suavizante, epileidis, carretes de hilo, café recién molido y ropa interior. Ah, y quitaesmaltes y pañuelicos para las fiestas, que están al llegar. Las fiestas.
–Entonces, ¿piensa que es una campaña contra usted?
–A tanto no llegaría. Pero si alguien se molestara en hacer periodismo de investigación descubriría que, además de ser imposible por estar aquí, yo no podría haberlo hecho porque nunca me han contratado a fiestas en El Escroto.
–Bien, pues muchas gracias por su tiempo. Para terminar y despedirse de nuestros lectores, ¿qué tal se le presenta este verano de 2008?
–Bueno, creo que iré tirando.

jueves, 3 de julio de 2008

Última hora

Título:

Subtítulo:
Los otros tres lo reciben gratis al nacer

miércoles, 2 de julio de 2008

Una imagen y cien palabras

Clic a la foto para ampliarla en ventana independiente.

Esta imagen la grabé al caer abril, en uno de tantos regresos a casa. A mí me sugiere demasiadas cosas y por eso no las voy a escribir. No conozco al protagonista pero no pude resistirme a guardármelo para siempre.

Tengo mis dudas sobre si esta iniciativa va a tener eco, pero de verdad me encantaría. Me encantaría que los lectores del rincón recreasen una historia basada en la foto: un microrrelato que, como Pedro de Miguel en su día definió en El Mundo, es un arte pigmeo. No sé, estoy pensando en un máximo de cien palabras. El primero, por romper el hielo, seguro que tiene premio. Y al resto (si llegan) los votaremos entre todos. No hay límite por autor.