domingo, 24 de mayo de 2009

Eurodiputadas


Cuando el 7 de junio no vote al Parlamento europeo todos se me echarán encima con alguno de estos razonamientos:
a) Soy un impresentable insolidario al que no le importa su futuro.
b) El partido no ha sabido transmitirme su mensaje de futuro.

Pero mucho me temo que nadie dará en el clavo porque falta la
c) No entiendo que un eurodiputado sin virtudes gane 7.655 euros al mes por regular en comisión el cupo de la pesca de los langostinos en el Mar Menor,
y la
d) No entiendo que ese eurodiputado, para votar, cobre aparte unas dietas de 241 euros diarios, amén de viajar en business porquesí y de relajarse de tanto estrés político en el spa, los jacuzzis y los sillones de masaje que están a disposición de su señoría en las instalaciones comunitarias entre votación y votación,
y la
e) No entiendo que los partidos no manden a Europa a los políticos que enamoran, sino a los que hay que ponerles un estanco,
y la
f) No entiendo que las directrices europeas se preocupen más de los petardos en Valencia (que no me gustan pero es su pueblo y que San Pedro las bendiga) que del pleno empleo y de la justicia equitativa,
y la
g) No entiendo que cuando el fisco me ataca inmisericorde descubra, humillado, que mis impuestos van más a los 7.655 mensuales + 241 diarios de su señoría que a salvar los puestos de trabajo que se esfuman sin que tan privilegiados asalariados sepan remediarlo,
y la
h) No soporto la tortura insufrible de aguantar otra vez a los mismos de siempre, y durante dos semanas, llenando los telediarios a base de mensajes apocalípticos sobre los horrores que provocan los otros pero sin una idea propia que merezca la pena para descubrir el futuro.
y la
i) Europa es una entelequia política y económica que vive de la teta pública regulando lo que no sabe porque confunde al tulipán con la margarina. Una cosa es llevarse bien entre vecinos y otra, intolerable, es que un alemán me diga a qué hora tengo que apagar la luz.
y la
j) la jota no me la toquen
y la
k) [...llenar al gusto...]

Conozco a dos eurodiputados. El uno me dijo que no pasaba nada si no iba en la lista de las próximas elecciones, pero se tiró llorando a los pies del presidente de su partido (a la sazón presidente de comunidad autónoma) rogándole que le dejara repetir porque tenía equis hijos. El otro, hace algún año, era alcalde quemado de gran ciudad y me aseguró que estaba deseando dejar la cosa pública para dedicarse a lo privado... hasta que consiguió que su partido lo colocara en Bruselas; lo primero que hizo fue cambiar su domicilio del noreste peninsular a las Canarias para poder cobrar más kilometraje del Europarlamento/yo. Ambos especímenes no pertenecen al mismo partido y nunca saldrán en otros papeles que no sean actas prescindibles que firmaron sin saber en qué estaban contribuyendo al bienestar social.

7.655 euros al mes + 241 al día. Hoy. Brutos. Pues claro que me importa el futuro.

viernes, 22 de mayo de 2009

Contamos contigo

Como he estado ocupado con esto, con esto, con esto, con esto, con esto, con esto, y sobre todo con esto, me quedo sin vida para la polka de Strauss. Pero yo estuve divirtiéndome ese dia, porque la vida da lo que quieras que te dé. Con retraso les regalo la polka que Strauss nos regaló. Día del Deporte, sábado 9 de mayo de 2009.

domingo, 17 de mayo de 2009

Año de Oro

Soy de esos de chiste fácil y pronto le dije a Esteban López-Escobar, el del guión para unir los dos apellidos en uno y-que-no-se-te-olvide, que hemos aprendido mucho, como organizadores del cincuentenario de nuestra fcom, como para no caer en los errores cometidos cuando ataquemos el programa del centenario. Pero Esteban es otra historia que merece –pero sobre todo necesita– espacio propio, y eso es lo que le daré. Que se prepare, que se prepare el macro muñidor del año que me hizo vivir peligrosamente.

Esto de hoy, con las piernas rotas a partir de las rodillas, con la sonrisa profidén que no se me va ni con estropajo, es el estallido de satisfacción tonta y reventada que se le queda a uno cuando corona cumbre. A ver cómo explicas a nadie que el agotamiento da felicidad.

Hay y habrá crónicas que recojan la historia de cincuenta años de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Oro molido. Siete mil y pico y yo alumnos que pasamos por sus aulas y ahora hacemos de nuestra vida lo que nos da la gana porque allí nos exigieron que lo hiciéramos.

Hemos vivido el año de oro. Y lo hemos celebrado con un cumple impresionante, con un par de libros que demuestran que sabemos hacer de todo por comunicar: el libro de las postales, el libro de Esteban y José Antonio que es el 'Hola!' donde salimos todos retratados para reírnos de nosotros mismos de cuando éramos de patillas, y el libro de la historia académica que le debemos al maratón de Carlos, porque corre que se las pela con piernas y cerebro.

Llevo cuarenta y ocho horas abrazándome y reencontrándome con toda mi vida por los pasillos que hemos organizado para que no suene a contradicción quien te dice "¡estás igual!" y el que te espeta "¡qué mayor estás!". Y ninguno miente. Son los mismos corredores de la vida donde una vez nos cruzamos con una rubia de la que entonces solo nos preocupaba si le gustábamos y hoy nos empeñamos en saber si es feliz porque la queremos de verdad.

Mi fcom, y yo, hemos cerrado los fastos del cincuentenario. Un sábado intenso al que pondré enlace cuando esté listo. Ahora solo quiero descansar un pelín de lo vivido en todos los lados de la barrera y dejarme mecer por uno de los principales privilegios del ser humano: la memoria.

Porque para todo lo demás están los medios de comunicación.

[Actualización 18.05.09]> La crónica de Nacho Uría.
[Actualización 18.05.09]> La macrogalería gráfica de Manuel Castells.

viernes, 15 de mayo de 2009

viernes, 8 de mayo de 2009

Pasando olímpicamente

Los miembros del COI siempre me han llamado la atención. Son un pelotón de señores con aspecto de turistas con gorrito tirolés y que tienen en sus manos un enorme poder para encumbrar o defenestrar a un país. Eso sí, en todos los lados se les recibe con más miramiento que al mismísimo Míster Marshall, y del Rey abajo todos se deshacen en hacerles la pelota, que es deporte obligatorio, llenarles de obsequios y servirles cuantas gracietas sean necesarias para conseguir ablandarles siquiera un poco. Pero quiá. Estos señores del gorrito saben hacerse querer y se aprovechan, pero al final deciden lo que les brota, dejando a los descartados con cara de tonto, con perdón y sin segundas.

Sanseacabó Nº 50, emitido por 98.3 Radio