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lunes, 5 de abril de 2010

La rompida de Calanda 2010

Finde con la Sinde. Viernes Santo Sinde jar de hacer sol. Calanda, a reventar, pero Sinde salojos. Y por ahí andaba servidor Sinde masiadas preocupaciones con Lejana, Paularchu y Arvaces, Sinde smerecer a los otros muchos miles que, como nosotros, tocaron tambores y bombos Sinde smayo.



[Para quienes pueden estar interesados, hace ahora dos tres años que escribí en este mismo rincón una breve historia de los tambores de Calanda].

sábado, 27 de marzo de 2010

La cabeza como un bombo









Los ciudadanos de a pie y los internautas no son los únicos a los que les quitan la cartera a la fuerza y a regañadientes.

La cosa comenzó con el famoso canon en todos los artilugios digitales que compramos porque, viva la libertad y la democracia y la sociedad avanzada, todos los que usamos para nuestro trabajo un ordenador, internet, un pendrive, un CD y demás herramientas, somos en potencia auténticos piratas. O sea, tenemos que pagar de más por si acaso somos malos chicos y hacemos cosas malas. Si esto no es un impuesto injusto y disparatado, que baje Dios y lo vea.

El problema es que este atraco cuenta con la bendición del Gobierno, que no solo lo autoriza y protege, sino que además va y lo amplía, con festividad y alevosía. Mientras el común de los mortales festejábamos a San José, este Gobierno aprobaba la conocida como Ley Sinde, que en la práctica autoriza un procedimiento administrativo, que no judicial, para cerrar aquellas webs que se considere que propician la descarga ilegal de películas y canciones. Viva la Pepa y viva la libertad. ¿Para qué están los Tribunales de Justicia, entonces? A saber.

Y ya me perdonarán si me pongo así de serio con el asunto, pero es que la ministra responsable (o irresponsable, según) de todo esto me persigue, y que conste que no es paranoia. Ahora que uno se las prometía felices y se preparaba para formar parte de los 14 millones de desplazamientos que la DGT prevé esta Semana Santa, me anuncian que la ministra vendrá a verme… en persona.

Mi origen está en Calanda, en el Bajo Aragón, un pueblo que probablemente es más conocido por ser la cuna de Luis Buñuel que por servidor, donde todos los años, de Jueves Santo a Sábado Santo, mantenemos la tradición de tocar tambores y bombos sin cesar. Se trata de una celebración que se ha hecho tan popular e internacional que congrega cada edición miles de visitantes, entre ellos a gran número de famosos, celebridades y, claro, autoridades. Pues eso: que va y resulta que este año la invitada de honor, para dar inicio a los toques, es la ministra de los impuestos añadidos y las libertades recortadas.

Así que, a mi vuelta, ya les contaré cuánto me ha cobrado la ministra y sus monaguillos por estar tocando la marcha conocida como La Palillera, sin pagar un euro a los herederos de Mosén Vicente Allanegui, su creador hace ya casi un siglo. Y lo malo de todo esto que les digo es que a lo peor no es broma.

Sanseacabó Nº 73, emitido por 98.3 Radio






miércoles, 23 de diciembre de 2009

viernes, 18 de diciembre de 2009

Queridos Reyes Magos:

Facebook: los Reyes no son los Papas
Este año me he portado muy bien. No he hecho enfadar a mis hijas y siempre les he obedecido sin un mal gesto. Bueno, la verdad es que me enfadé un poquitín cuando supe que la peque había abortado a escondidas, pero pronto se me pasó con el bofetón que me calzó y la amenaza de denunciarme al Tribunal Tutelar de Menores por maltrato sicológico. Son detalles en los que uno se da cuenta de la importancia de ser educado por sus hijos, y creo, majestades, que he aprendido la lección.

En el trabajo también he sido modélico: ni siquiera llegué a insultar al patrón que me despidió porque entendí, desde el principio, que mandarme al paro era por mi bien, siguiendo las directrices del Gobierno, de Europa y de la sostenibilidad global. Hacía falta ser un tonto para no darse cuenta de que mi salario de 1.415 euros ponía en peligro la recuperación de la economía y de cuya ruina, evidentemente, yo había sido una pieza imprescindible.

Sanseacabó Nº 65, emitido por 98.3 Radio






viernes, 10 de julio de 2009

Para Daniel









Hoy, de vivir, mi padre cumpliría 88. Y hoy ha dejado de vivir Daniel a los 27. Hace años, viendo el encierro por la tele en diferido desde tierra americana, me quedé perplejo al escuchar al locutor narrar, más o menos, que "el ganado huye despavorido ante el acoso de los mosos que les jalean". Pero no hay que cruzar el charco para ver, en directo y hoy mismo en Antena 3 , que el reportero locuta la escena en la que aparece en el ruedo un mozo desmayado por el cabezazo de un cabestro (en anterior encierro) diciendo que "algunos no están en condiciones etílicas de correr".

El desconocimiento, la demagogia, el populismo o lo que sea, pero siempre por un extraño interés como de paracaidista, se aprovecha de una trágica muerte para intentar aguar la fiesta a un pueblo que lleva decenios de decenios corriendo delante de los toros en sus calles, "sus calles", porque les brota. Los que hoy se escandalizan, ayer se quedaron mudos ante un salvajismo mucho más peligroso para el conjunto de la población que los jandilla.


Hoy, de vivir, mi padre me hubiera vuelto a llevar a ver el encierro, como lo hizo desde 1962, cuando no había televisiones en directo ni tradición familiar por aquello de la cuna aragonesa. Un madrugón para tres segundos de sombras negras por ese vallado de Telefónica donde hoy Daniel se ha quedado.

Yo corrí una mano de encierros hasta que, el 9 de julio de 1988, mi seguridad se vino abajo al comprobar que me separaban milésimas del primer olor a establo que bufaba justo detrás. El tembleque que sufrí durante toda la mañana todavía hoy aguanta.

¿Ponemos normas a la fiesta? Venga, vale. Primera: el que haga programas de televisión o venda periódicos a costa del encierro, que done íntegros esos ingresos extras a las Hermanitas de la Caridad.

Porque caridad es lo que les falta: condenan el encierro mientras publican la foto de un moribundo en su portada. Ellos no saben de qué están hablando pero Daniel sí. Descansa en paz.

miércoles, 15 de abril de 2009

Calanda 2009

[Con los ojos de Lejana].

lunes, 13 de abril de 2009

La rompida de Calanda 2009

[Para no repetirme, toda la documentación está aquí].

martes, 23 de diciembre de 2008

domingo, 19 de octubre de 2008

Carta abierta al juez Garzón

Sr. D. Baltasar Garzón Real
Magistrado-juez del Juzgado Central de Instrucción Nº 5
MADRID


MMRespetado juez:
MMMi nombre es Francisco Sancho Crespo, con DNI que no pongo aquí por una elemental prudencia en la protección de datos (no obstante, doy por sentado que llegada la necesidad y con mínima diligencia podrá averiguarlo y localizarme, entre otras cosas porque no me escondo). También le adelanto que, en esa línea prudencial, la firma que cierra este escrito me pertenece, desde el punto pericial caligráfico, aunque no es la que habitualmente utilizo para rubricar mis compromisos, mayormente bancarios e impositivos.
MMLe escribo en calidad de víctima contemplada en el Auto que ha firmado en Madrid a dieciséis de Octubre de dos mil ocho bajo el título 'DILIGENCIAS PREVIAS PROC. ABREVIADO 399/ 2006 V'. Soy víctima reconocida por usted porque mi abuelo Eloy Crespo y mis tíos Juan José, Antonio y Mariano Crespo fueron asesinados y luego desaparecidos dentro del periodo que usted abarca en su Auto. Desde entonces, desde la madrugada del 28 de julio de 1936, nadie de la familia sabe nada de los cuatro, solo eso: que fueron secuestrados, torturados, asesinados y malenterrados en alguna cuneta de la carretera que unía Alcañiz con Calanda. Y le escribo a título personal, es decir, no sé que piensan de esto ni mis hermanos ni mi única tía que queda con vida ni mis primos, aunque como creo conocerlos me parece que apoyarían este escrito.
MMPero le escribo, insisto, solo en mi nombre, para decirle que me deje en paz y que deje a mi abuelo y a mis tíos en paz, y aunque no tengo por qué hacerlo le voy a dar algunas razones.
MMLa primera, que fui educado en el seno de una familia que predicó con el ejemplo la concordia y el perdón frente al odio y mucho más el revanchismo; si mi madre, que padeció tan de cerca toda aquella salvajada, me insistió durante toda su vida en que aquella tragedia volvió locos a muchos y su cristianismo solo sabía predicar el perdón, no creo que sea usted la persona más adecuada para decirme lo que debo sentir.
MMEn segundo lugar, en mi vida he oído de mis padres, de mis tíos, de nadie, la necesidad de saber dónde estaban los cuerpos de nuestros seres queridos a los que día a día llevamos en el corazón; y si ellos, que fueron testigos directos de la barbarie, mostraron su deseo de no recuperar los cuerpos, imagínese quién seré yo para pensar lo contrario.
MMLa tercera razón, y esto va muy relacionado con lo anterior, es que no me fío nada de usted porque miente. En el apartado 4 del Punto Primero de sus Razonamientos Jurídicos dice textualmente que "un examen imparcial y sereno de los hechos, nos lleva también a afirmar que al igual que los vencedores de la Guerra Civil aplicaron su derecho a los vencidos y desplegaron toda la acción del Estado para la localización, identificación y reparación de las víctimas caídas de la parte vencedora, no aconteció lo mismo respecto de los vencidos..." y eso es una mentira capital por lo que le he contado: mi familia estaba en el bando de los que usted califica de vencedores pero nunca, nunca, desplegaron la mínima acción para localizar, identificar y reparar a sus víctimas, y de esto doy fe directa tanto por lo ocurrido en mi familia como en otras de nuestro entorno.
MMComprenderá que si le encuentro mintiendo en asunto tan capital me es difícil seguirle y creer que está actuando de buena fe y con el único norte de la Justicia. Usted mismo, en el prólogo que escribió al libro 'Los maquis en Sierra Mágina', de Luis Miguel Sánchez Tostado, contaba la historia de su tío Gabriel Real, condenado a muerte que se libró pero sufrió injusta prisión y que fue su héroe infantil; de hecho, en su propio libro 'Un mundo sin miedo' escribe sobre la Guerra Civil: "Son tantas las historias e injusticias relatadas que quedaron grabadas en mi memoria infantil y decidí hacer algo para que esa etapa no volviera a repetirse".
MMY por supuesto que está en su derecho. Pero no en el mío. Y mi derecho es que me deje en paz, que deje a mi abuelo y a mis tíos descansar en paz. Si, como dicen las estadísticas de su Auto a falta de pulir, en Teruel hubo 1.338 víctimas desaparecidas, le ruego que se dedique a las otras 1.334 sobre las que no tengo ningún ascendente. A cambio, eso sí, le ruego que el tiempo que pensaba invertir en buscar a mis parientes lo dedique a investigar, perseguir, encontrar, detener, expropiar, juzgar y encarcelar a los criminales que con toda seguridad viven libres y son los responsables dolosos de la ruina económica a la que han llevado a media humanidad a cambio de enriquecerse ilícitamente. Doy por sentado que en su afán de lograr justicia lo hará y que no le tiene miedo a sentar en el banquillo a banqueros, brokers y Gobiernos enteros si fuera menester. Reconozco que es algo más peligroso, pero es justo. Y si usted es capaz de resolver todos los horrores de la guerra, seguro que puede con esto.
MMAtentamente,
PS.- Si quiere documentarse sobre lo ocurrido en mi casa lo encontrará aquí.

martes, 25 de marzo de 2008

Semana Santa en Calanda

Con pocos medios y peor técnica –que compenso con sobredosis de moral– me lanzo al mundo del videorreportaje. En mi ordenata veo mejor la imagen (a pesar de estar tomada con una camarica digital), pero prefiero la inmediatez a la calidad. Yo lo que quiero es experimentar. Ya aprenderé: camino al andar.
Aquí va nuestra Semana Santa de 2008 en Calanda, mi raíz materna y paterna [13'30" de experimento solo apto para penitentes].


[Actualizado] Para quienes no estén para peliculitas, hemos dejado también fotos en Flickr: aquí encontraréis un álbum y aquí otro álbum.

sábado, 29 de diciembre de 2007

Ya vienen los Reyes

LOS REYES MAGOS COMO DIOS MANDA. Noche del 5 de enero de 1959 en el hogar de los López Senosiain en Pamplona. Los niños con el pijama de rayas son los primos Echevarría Senosiain. Los otros cuatro pequeñajos son López Senosiain. El resto son Magos recién llegados de Oriente: sus tres Majestades y el paje que se cubre para no ser descubierto. La muñeca con la muñeca es ella.
(Clic a la foto y ¡oh! se amplía en ventana independiente).


Cuando las niñas levantaron el vuelo, y de esto ya hace, nos reunimos los cuatro en Navidad (vueeelve, a casa vueeeelve) cuando cada cual puede cuadrar su calendario. Al final, el eje Pamplona-Madrid-Palma se suele complicar y el encaje de bolillos es juego de niños comparado con el calendario de los Sancho López. Pero al final encaja y nos encontramos. Este año, además, se ha sumado David, pero es es otra historia.

El caso es que llevamos tiempo sin cuadrar los cuatro el 6 de enero; como diría Chenoa, que es un decir, cuando tú vas, yo vengo. Moraleja: llamo a Oriente a cobro revertido y pido a Sus Majestades que, con camello o con AVE María Purísima se estiren y aparezcan en nuestro hogar uno de los días en que coincidamos todos. Mi chantaje: o lo hacéis vosotros o se lo pido al tontolaba del gordo. Y no falla. Como motos se plantan en casa y no me pregunten cómo, pero se plantan y bien cargados. Resoplando.

Para información general ( es decir, para envidia de propios y extraños, para ejemplo de los que aún tienen tiempo para estirarse), aquí plasmaré la generosidad con la que esta noche nos regalarán los irreemplazables Magos de Oriente. Pero me voy, porque tengo que estar dormido cuando trepen a mi cuasi inaccesible piso primero.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Adeste, fideles

Clic para ampliar en ventana independiente; si os apetece, claro...


Adeste, fideles, laeti, triumphantes,
Venite, venite in Bethlehem:
Natum videte Regem Angelorum:
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.
En grege relicto, humiles ad cunas,
vocatis pastores approperant.
Et nos ovanti gradu festinemus.
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.
Aeterni Parentis splendorem aeternum,
Velatum sub carne videbimus
Delum Infantem, pannis involutum.
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.
Pro nobis egenum et foeno cubamtem,
Piis foveamus amplexibus:
Sic nos amantem quis nos redamaret?
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.
Feliz Navidad.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Tiro al gordo

Nuevo villancico pamplonés: Pero mira cómo penden los renos qué 'bodrío', pero mira cómo penden, por Dios qué boñigo... La Justicia debería actuar de oficio contra los ediles que han perpetrado tamaña ofensa a los ojos y a la tradición. Foto: Lejana.

Urge una votación para botar al mamarracho éste de una vez por todas. Urge una recogida de firmas, un apagón de spots, un boicot a los ediles o un algo, lo que sea porque esto ya no hay quien lo aguante y, con la llegada de la Navidad, el tontolaba por excelencia vuelve a asediarnos a nosotros y a nuestra querida (me refiero a la Visa, eh) porque es lo que toca. A por él, oé, oé, oé. Este impostor lleva años acomodado en el sillón orejero de nuestro cuarto de estar y nadie dice ni mu.

Bueno, sí, siempre nos quedará Bibiano Esparza, el cura navarro que ha emprendido una particular cruzada contra este payaso impostor y en la que me alisto con todas mis fuerzas (que tampoco son muchas, para qué nos vamos a engañar). Así que desde aquí lanzo mi invitación a todos cuantos se quieran sumar al noble deporte de acosar hasta derribar a este papanatas. Fuera de nuestras vidas, fuera de la cocacola, fuera del movistar, fuera del telefilme de las cuatro, fuera de la decoración ciudadana, fuera del corte inglés. El tipo lleva años viviendo del pesebre y nosotros tan contentos. Hasta le reímos la gracia de su 'jo-jo-jo' que, la verdad, sí es de gracia, pero de tiro.

Pues por mí se acabó. No pienso consumir ni acercarme a nada que huela a sobaco sudado tras esas felpas rojas. Y que vivan por siempre nuestros tradicionales y ancestrales Reyes Magos, aunque se nos presenten con sus regalos en cabalgatas más propias de un mix entre Blade Runner y Caseta de Feria que del Lejano Oriente propiamente dicho. Pero son ellos hasta con betún. Son ellos y existen desde que la Navidad existe.

Yo comienzo mi contribución como puedo: por internet y por las ondas, donde me gusta el palo que le hemos endosado entre varios entusiastas de la causa a este abundio.
Sanseacabó Nº 9, semana 50 de 2007, emitido por 98.3 Radio

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viernes, 12 de octubre de 2007

Viva la Virgen del Pilar

Porque como maño que soy son de las pocas cosas que tengo claras con certeza: mi patria (chica) y mi patrona (grande). Así que, mientras ondean las banderas de todos los partidismos, me pongo a pensar en la suerte que tengo, sin necesidad de que nadie me diga cómo mostrar el orgullo. Faltaría.

Pero es día de fiesta, día de patria, emblemático 12 de octubre que hace obligado pensar en este puzzle paisajístico y faunístico. Como ando liado con la web de la 98.3 Radio, que ahora sí que sí salimos al aire el lunes 15 de octubre, os dejo con un vídeo de los genios de Gomaespuma, porque me parece una metáfora desternillante de las dos Españas, o de las cuatro, y de lo mucho que nos queremos todos, y de lo poco que nos envidiamos, y del nulo deseo que tenemos de que al vecino le parta un rayo, y de lo poco fantasmas que somos.

domingo, 7 de octubre de 2007

Calarse de historia

Si mi tito el Fuerte se hubiese enfrentado a Rusia seguro que habríamos ganado el oro porque, con diez centímetros más que Gasol, a ver qué camaradich lo tapona. Sí, sí, mi ancestro medía 2,25 metros; lo dicen, lo aseguran, porque así está sellado en manuscritos de la época, donde certifican que un fémur del rey medía 60 centímetros. Yo he probado a medirme uno propio, a ojímetro, y es deprimente. Entre eso y lo bestia que era, que se cargó a espadazos las cadenas que protegían al jefe moro Miramamolín (que con ese nombre cómo no le van a partir la cara) en la batalla de las Navas de Tolosa, yo he devenido en Sancho el Acomplejado. Confesaré sin más que, al establecernos en Pamplona, elegí la calle Serafín Olave, que es la primera paralela a la avenida Sancho el Fuerte pero mucho más chica. O sea, parientes y cercanos, pero con respeto.

Hemos refrescado algunos datos de ese siglo XIII en un paseo por Roncesvalles y Valcarlos, donde las nieblas se instalan como boinas otoñales y tiran un calabobos que cuando lo pillas es cuando entiendes su nombre.

Toda la magia histórica en el entorno de Roncesvalles, sin embargo, se intuye desde cinco siglos antes cuando, en el verano del 778, los vascones dieron pal pelo en un ataque sorpresa al ejército de Carlomagno, hasta entonces invicto. El Cantar de Roldán se encargó de inmortalizar y agigantar la gesta. Ay, qué mala suerte también la de los Roldán, con ese antepasado héroe, “ejemplo de caballero cristiano digno de emulación en plena época de cruzadas y reconquista”. Ahí estuvo Roldán, sí, caballero de Carlomagno, caballero hasta la muerte porque, malherido, siguió tocando desesperado su olifante en busca del 7º de Caballería e intentando romper su espada Durandarte para que no cayera en manos de sus enemigos.

Hoy Roncesvalles huele a peregrinos porque es el punto de partida para muchos que quieren llegar hasta la tumba del apóstol; peregrinos de todas las edades y nacionalidades a los que se les desdibuja algo la sonrisa cuando ven el primer cartelón en la carretera y que se entiende en todos los idiomas: “A Santiago: 790 kms.”. Y mientras calientan diciéndose unos a otros, en sus respectivos idiomas, “arrancamos o qué”, Roncesvalles les cobija con su posada y hospital, sus mesones y sus montañas de piedras que son historia viva: el Claustro, la Sala Capitular, el Silo de Carlomagno, la Iglesia de Santiago y, por supuesto, la joya entre las joyas que es la Colegiata de Santa María, una pequeña catedral construida en torno al año 1200 en la que, según sentencian los entendidos, “sus bóvedas de seis nervios, los pilares cilíndricos y grandes rosetones laterales nos remiten al primer gótico parisino, elegante, sencillo y armonioso, con espesos muros”.

Yo no lo hubiera dicho mejor.

Hemos dejado un álbum de la excursión en Flickr.

viernes, 10 de agosto de 2007

San Juan de la Peña

(Clic a la foto para verla más grande). Foto: Ana y Paco Sancho.

Cuenta la leyenda (una de esas que merecería ser verdad) que, una mañana del año 732, el joven cazador zaragozano Voto iba a galope tendido tras un venado por el espeso monte Pano, en la Jacetania, cuando vio que se dirigía hacia el borde abismal de una gran roca. Sin tiempo material para detener a su montura, al joven cristiano sólo se le ocurrió encomendarse a San Juan, momento en el que el caballo frenó en seco, salvándole de una muerte segura. Con los pies en el suelo pero con el susto aún en el cuerpo, Voto escudriñó el lugar y descendió hasta encontrar, bajo el impresionante peñasco, “una gruta convertida en humilde santuario dedicado al Bautista, en el que yacía, incorrupto, el cuerpo muerto del ermitaño, cuyo nombre, ‘Juan de Atarés’, figuraba escrito en las losas; este hecho le impulsó a adoptar la vida eremítica junto con su hermano Félix” (Santiago Broto, en ‘El Pirineo Aragonés’). El santuario fue creciendo hasta convertirse en una joya única del románico aragonés, cuya vista y visita impresiona y emociona.

En la planicie superior al monasterio viejo, por la que Voto debió aproximarse y hoy conocida como pradera de San Ildefonso, se encuentra el monasterio nuevo de San Juan de la Peña, construido entre 1675 y 1714, que ha sufrido en sus casi tres siglos de existencia todo tipo de incendios y saqueos. Afortunadamente, el santuario acaba de ser recuperado, y a fe que será amortizado pronto a tenor de los precios por visitarlo o por recuperar fuerzas en su cafetería.

El Pirineo occidental, a vista de buitre desde el pico de San Salvador. Foto: Ana y Paco Sancho.

Pero menudencias aparte, el entorno es de los de no cansar. Nosotros nos hemos dado una caminata desde el monasterio nuevo hasta el pico y ermita de San Salvador que, aunque no está a mucha altura (1.546 metros), ofrece unas vistas espectaculares sobre el Pirineo occidental con todo tipo de bichos (águilas, buitres y quebrantahuesos) surcando el cielo porque allí, en los cortados picos de roca, tienen sus nidos y su tranquilidad.

Para los que lo deseen, hemos dejado unas pocas fotos en un álbum en Flickr.

sábado, 28 de julio de 2007

Memoria histórica

A primeras horas de la noche del 27 de julio de 1936, una avanzadilla de pelotones de la anarquista Columna Durruti, que había salido de Barcelona dos días antes a por Aragón con la bendición (que es un decir) republicana, entraba en la bajoaragonesa villa de Calanda. Sin ley ni orden, y con la mayoría de la población atemorizada y encerrada en casa, fueron recibidos entre vítores por los comunistas locales, que enseguida les dieron el listín de los vecinos de derechas, todos ellos fascistas y capitalistas, por supuesto. Y a los cenetistas les faltó tiempo para abrir la caja de sus camionetas y empezar la recolección humana, casa por casa: entraban a saco, los montaban a empujones y los usaban de escudos humanos por si a algún vecino díscolo se le ocurría hacer de francotirador.

La casa de los Crespo era una de las prioritarias. Eloy Crespo Gasque, casado y padre de nueve hijos (cuatro chicos y cinco chicas), había sido alcalde de la villa, pero eso no era lo peor: tenía tierras, un comercio floreciente y una militancia cristiana de escandalosa solidez. Sí, era cierto que fue buen alcalde, que daba empleo a buena parte del pueblo, que había fundado el Casino donde todos se divertían, que su comercio era fundamental para toda la zona, que era respetado y querido por la mayoría de los vecinos, pero… era de derechas, capitalista y católico de raíces.

Los milicianos entraron en la gran casa –de dos plantas sobre el comercio en la misma plaza del Ayuntamiento– y lo revolvieron todo a patadas y culatazos; poco después sacaban a empellones al padre de familia y a sus cuatro hijos varones: Juan José, Antonio, Mariano y Eloy, mientras su mujer, Pilar Gasque, y las cinco chicas (Rita, María, Eloísa, Victoria y Pilar) corrían aterrorizadas y a oscuras, de un lado a otro en medio de un mar de gritos y unas risotadas que ya no olvidarían de por vida. La pequeña Pilar, con lloro histérico, entrevió una figura masculina y corrió a abrazarse a sus piernas creyendo que era su padre o algún hermano, pero fue apartada de un manotazo por el que resultó ser un extraño con fusil, que encima se rió de la angustia de la niña; era evidente que se lo estaban pasando pero que muy bien.

La caja de la camioneta estaba casi llena de varones indefensos y aterrorizados, así que los Crespo quedaron en la parte trasera. Un miliciano, algo compasivo, cuestionó el que se llevaran también al joven Eloy, de tan solo 15 años, pero su camarada jefe le dijo: “Si lo dejamos, de mayor querrá venganza”.

Ya sólo quedaba un portal para completar la mercancía de ese envío. Cuando los ‘soldados’ pararon y entraron a saco en su último proveedor de odio salvaje, ese joven de 15 años aprovechó para saltar ágilmente el portalón de la camioneta y esconderse tras una de las hojas del último portal reventado a culatazos. Inmóvil y callado, consiguió que nadie le viera ni echara en falta, en parte gracias al caos.

La caravana, ya en la madrugada del día 28, salió hacia Alcañiz, a 18 kilómetros. La comitiva se detuvo frente a su cementerio. Los secuestrados fueron obligados a bajar a punta de fusil y a ponerse con la espalda contra el muro del camposanto. Las descargas comenzaron a sonar, una tras otra, mientras los cuerpos se iban desplomando en rosario. A Eloy Crespo los disparos no le hicieron nada porque cuando los recibió ya se había muerto, de un infarto, al ver acribillados a sus hijos. Y no hubo tiro de gracia para nadie, sea por economía o sadismo; los vecinos de los alrededores escucharon lamentos de agonía durante toda la noche.

En las fechas siguientes, y gracias a buenos amigos, las hermanas Crespo conseguían escapar hasta Barcelona, donde permanecieron acogidas y escondidas, mientras su madre, Pilar Gasque, era juzgada en Calanda por un ‘Tribunal Popular’ que la encarceló y condenó a muerte por alta traición al pueblo. Afortunadamente, la prisión no duró demasiado: los frentes de la guerra se aproximaban y los valientes anarquistas escaparon al galope.

María Crespo Gasque, mi madre, educó a sus hijos en la tolerancia y el perdón, como ella misma había sido educada. Ni el haber vivido en propia carne la más terrible de las tragedias humanas le tentó hacia el odio o la venganza, ni mucho menos a inculcar tales sentimientos en sus descendientes. “El odio termina en guerra y la guerra genera odio… en un bucle sin fin”, decía.

Los cuerpos de mi abuelo, de mis tres tíos y del montón de calandinos que fueron asesinados junto a ellos el 28 de julio de 1936 nunca han sido encontrados.