sábado, 29 de marzo de 2008

Surrealista se nace

Luis Buñuel (Calanda, 22 de febrero de 1900) escribe en su libro de memorias (‘Mi último suspiro’, Plaza&Janés, 1982) que esuchó los tambores a los dos meses de edad, en su cuna. Y, por darle un margen de confianza al maestro, aceptaré que los oyó, pero no que los escuchó. Lo que pasa es que, como nació en Calanda, admito hasta que el arco iris es cuatricrómico.

Si uno nace en Calanda se hace surrealista. Le pasó a mi yayo Miguel, el que adjudicó a un sintecho cultura ibseniana. De mi padre, zaragozano, ya escribí que descubrió en su nieta Berta el lado calandino de la vida:
–Abuelo, cántame tal canción.
–Pero cariño, si no me la sé.
–¡A ver cómo no te la sabes!…

En aquellos tiempos en que fui jovenzuelo, mi madre (calandina, qué) no terminaba de bajar bultos al Seat 1.500 color chocolate, horroroso, camino de las vacaciones en el Bajo Aragón; y aquel maletero petaba por los cuatro costados. Mi padre, tan paciente como nervioso que era, le gritó dulce a mi madre:
–¡María, por Dios, que esto va a reventar!
Y mi madre miró al horizonte, como solía, y le dijo en tono chilaut (relajante):
–Vale, tranquilo. Ya dejo en casa el spray del tónico facial.

En el macrovídeo sobre la Semana Santa en Calanda me acelero para contar que el personaje del centurión Longinos, al que se atribuye la lanzada al costado de Jesús cuando agonizaba en la cruz, luce una armadura del siglo XVII. Y la historia del surrealismo calandino es la que sigue:

El 29 de marzo de 1640 (hoy hace 368 años, como quien dice), Miguel Pellicer, vecino de Calanda, tuvo de nuevo a su disposición la pierna que le fue seccionada por un carro tres años antes. Por intercesión de la Virgen del Pilar se obró el milagro. Un milagro reconocido y avalado por la Iglesia Católica.
(Los documentalistas pueden aprovisionarse aquí).

El caso es que que Felipe IV, reinante entonces, recibe al milagrado Miguel en la Corte y, en medio de los aperitivos que se suponen, le regala a él y al pueblo de Calanda una preciosa armadura, de 43 kilos de peso, recién salida de fábrica. Y el pueblo decide, claro, que tan preciosa armadura no debe permanecer en museo sino que tiene que ser exhibida al menos una vez por año. Y así es como cada Semana Santa calandina procesiona Longinos, aquel centurión del año cero, con la parafernalia que algún descendiente guerrero ideó mil seiscientos años después, y sin que nadie se mosquee. Natural.

Ahora, que alguien venga a cuestionarme qué es el surrealismo. Y ya sé que algún alguien se remontará a Breton en la Francia de 1917, pero no. El surrealismo es natural: de Calanda y antes.

martes, 25 de marzo de 2008

Semana Santa en Calanda

Con pocos medios y peor técnica –que compenso con sobredosis de moral– me lanzo al mundo del videorreportaje. En mi ordenata veo mejor la imagen (a pesar de estar tomada con una camarica digital), pero prefiero la inmediatez a la calidad. Yo lo que quiero es experimentar. Ya aprenderé: camino al andar.
Aquí va nuestra Semana Santa de 2008 en Calanda, mi raíz materna y paterna [13'30" de experimento solo apto para penitentes].


[Actualizado] Para quienes no estén para peliculitas, hemos dejado también fotos en Flickr: aquí encontraréis un álbum y aquí otro álbum.

sábado, 22 de marzo de 2008

And the cohete goes to...

El Cohete de Cine 2008 ha sido lanzado sin novedad. Bueno, para ser exactos, con una, pero pequeña y sin que dé pena: que como había empate, el Jurado Ecuánime ha decidido por unanimidad que los pasajeros se apretujasen un pelín para poder viajar seis en vez de los cinco previstos.

Se han recibido un total de 318 votos debidamente compulsados y la nave con destino al Planeta Nunca Jamás lleva este reparto:
24 MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ
22 PILAR BARDEM
18 MÓNICA CRUZ
18 SANTIAGO SEGURA
17 JOSÉ CORBACHO
17 PENÉLOPE CRUZ
En lista de espera quedan entre bambalinas, para posibles futuros cohetes si es que las subvenciones alcanzan, los siguientes:
16 JAVIER BARDEM
14 EVA SANTOLARIA
12 ELSA PATAKY
12 ALBERTO SAN JUAN
12 ALEJO SAURAS
11 JESÚS BONILLA
11 NANCHO NOVO
11 PABLO PUYOL
11 FERNANDO TEJERO
11 WILLY TOLEDO
Y parece que se libran por poco (aunque no se deberían confiar):
10 ANTONIO RESINES
10 VERÓNICA SÁNCHEZ
10 HUGO SILVA
10 MARIBEL VERDÚ
08 ANABEL ALONSO
08 JUAN ECHANOVE
08 SANTI MILLÁN
07 JORDI REBELLÓN
06 LYDIA BOSCH
04 JUAN DIEGO

Enhorabuena a los afortunados y que nadie se confíe, en serio.

domingo, 16 de marzo de 2008

Belleza en ruinas



Sólo a los españoles se nos ocurriría levantar la Real Fábrica de Armas a tiro de piedra de los gabachos. Bien, vale, la zona navarra del valle de Aezkoa era una candidata natural por su provocadora riqueza forestal, mineral y acuífera, vamos, toda la materia prima necesaria para fabricar bombas de hierro colado, granadas y munición de todo tipo para armar a las tropas peninsulares y a las destacadas en las Américas. Un terreno lo bastante provocativo como para proceder por decreto a su recalificación y levantar allí un complejo industrial que, además, se convirtió en una obra de ingeniería y arquitectura de tal magnitud y perfección que hoy, dos siglos largos después, sigue siendo puesto como ejemplo de obra maestra (de arquitectura industrial, no de recalificación terrenal).

Pero hombre, eso de estar a menos de cinco kilómetros de la frontera gala, y emboscado, provoca hasta al mismísimo Astérix. Están locos, estos hispanos. Para despejar dudas, repaso el almanaque y me encuentro con que:
1784: se inaugura la Real Fábrica de Armas de Orbaitzeta.
1784: los franceses la incendian (guerra de la Convención).
Reconstrucción.
1808: los franceses la destruyen (guerra de la Independencia).
Reconstrucción.
1834: los carlistas la queman (a lo mejor para que no lo hagan los de siempre).
Reconstrucción.
1869: la fábrica sufre un incendio fortuito (ja).
Reconstrucción.
1871: la fábrica sufre un incendio fortuito (ja).
Reconstrucción.
1873: la fábrica cierra.
Que la reconstruya su padre de usted.
–Pero si no está quemada…
–Ya, ¿y ese mechero?


Lo que queda desde entonces es un montón de ruinas bellas, evocadoras y enigmáticas que darían para otro Harry Potter. La Junta de Aezkoa está por su recuperación, pero no para reconstruir (porque al amor de la lumbre las generaciones escarmientan) sino para convertirlo en un tan de moda centro de interpretación de la Naturaleza. Supongo que para interpretar a la naturaleza humana. Aunque yo ya me atrevo a interpretar que la naturaleza y el hombre se adivinan fundidas en lo que debió ser grandioso para los dos y que hoy es una monumental ruina para los dos.

viernes, 14 de marzo de 2008

¿Seguro?

Entre otras muchas manías que me adornan tengo la costumbre de coleccionar cosas raras, y entre ellas están los verídicos partes de accidente que en su día redactaron, para la Guardia Civil y para las compañías aseguradoras, los implicados en alguna bofetada de tráfico. Bofetada que, en muchas ocasiones, quien se la lleva es el pobre peatón, ese ser indefenso ante cualquier 16 válvulas y carrocería de todo terreno.
En algunos casos de atropello, además, concurre la premeditación y alevosía del conductor. Vamos, que va descarado a por el peatón.

Sanseacabó Nº 20, semana 11 de 2008, emitido por 98.3 Radio






miércoles, 12 de marzo de 2008

Desarrollo, nudo, desenlace y enlace

Algún lector distraído (o el autor, que también) de este rincón lleva tiempo sin conectar la cadena de fotogramas en torno a los comentarios que he hecho sobre 'La mirada'. Lo de menos es que no se entendiera el argumento de este cortometraje porque, salvo para don Aquilino, creo que es evidente que el guión necesita de un GPS para seguirle por cada vericueto en el que se adentra. Vamos a ver si consigo arrojar un poco de luz.

DESARROLLO.- Todas mis bromas tienen su origen en los Premios Kino, una feliz iniciativa de los de Comunicación Audiovisual de mi fcom, que nacieron para premiar a los alumnos a punto de licenciarse. Reunidos en equipos de más o menos diez integrantes, deben crear de cero a cien un cortometraje de ficción. Bueno, para ahorrarme explicaciones, copio y pego lo que dice la web oficial:
Los Premios Kino son unos galardones creados por el Departamento de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Navarra en 1996, con el fin de reconocer los logros creativos, artísticos y técnicos de los cortometrajes que los alumnos realizan el último año de carrera.
La palabra 'Kino' resulta muy apropiada para un premio de este tipo porque, en castellano, suena a un nombre propio o diminutivo, al igual que sucede con los grandes galardones del cine (los Oscar, los Goya, los César, los Félix, etc.). Además, significa “cine” en algunos idiomas como el alemán o el ruso.
Los Premios Kino incluyen las principales categorías creativas, artísticas y técnicas habituales en este tipo de certámenes, hasta un total de 12: Mejor Cortometraje, Mejor Dirección, Mejor Guión, Mejor Música, Mejor Actriz Principal, Mejor Actor Principal, Mejor Actriz Secundaria, Mejor Actor Secundario, Mejor Fotografía, Mejor Montaje, Mejor Dirección Artística y Mejor Sonido.
NUDO.- Este año, y por primera vez en mi vida, uno de los equipos, el comandado por Javi Moreno, me invitó para hacer un papel en su corto, ‘La mirada’. Un papel de actor secundario en el que hacía de padre malo, pero malo de Torrelodones, y que me tuvo tiritando todo un día del noviembre pamplonés por los jardines ciudadanos en mangas de camisa.

Al final, mi papel se quedó en pósit porque salgo en pantalla tres segundos tirando para arriba. Pero fue lo de menos: me lo pasé de cine (¡jo, sin querer!) y conocí a un puñado de estudiantes que se levantaba a las cinco de la mañana, suponiendo que se hubieran acostado, para machacarse como auténticos trabajadores del séptimo arte. El fruto de su esfuerzo fue el cortometraje que hace poco colgué y que se puede ver aquí.

DESENLACE.- No nos hemos jalado una rosca. ‘La mirada’ fue el único de los nueve cortos presentados a concurso que no logró ni una maldita nominación. Así que por eso me dio por hacer unas risas a propósito. Como dirían Les Luthiers, perdimos, perdimos... perdimos otra vez.

Aunque, también es cierto, conseguimos una victoria pírrica: Javi Moreno y José Manuel López, el director y su ayudante de ‘La mirada’, condujeron en la noche de ayer la velada de entrega de premios y su éxito sobre el escenario nadie lo discute. Somos buenos, somos buenos.

Y ENLACE.- Acabadas las risas, tengo el honor de compartir con la blogosfera los dos cortometrajes que más premios consiguieron. Enhorabuena. Pero nos las pagaréis, canallas.


LA VISITA


THE OLD MAN IN THE SEA

lunes, 10 de marzo de 2008

¡Tabueno!

Andreu Buenafuente es el rey midas de la comunicación. Su factoría es un pozo sin fondo de imaginación que me arranca las carcajadas hasta cuando bordea lo que me importa. Es un humor las más de las veces duro pero siempre inteligente. Andreu y su equipo dominan los medios, se mueven como pez en el agua.

Y una vez declarada mi parcialidad en el tema, allá voy: la ocurrencia de reventar el muermo festival de Eurovisión desde dentro me parece, sin más, genial. El festival de Eurovisión es como ese tío abuelo que se nos ha muerto en el cuarto de estar pero nadie lo quita de la mesa camilla, y ya va para cuarenta mayos. Lo dije en la radio, pero lo repito: mientras nadie se decida a darle compasiva sepultura al rancio festival, me quedo de lejos con la gamberrada del ‘perrea, perrea’ que con cualquier almibarado triunfito que canta cursiladas y se clasifica en decimocuarto lugar, justo detrás de los eslovenos.

Perreemos, pues. Yo, por lo menos, voy a perrear hasta partirme. Esta edición se presenta calentita: no sé qué país presenta a un pollo o algo así. Los noruegos van con un grupo de heavy-metal que si te los cruzas cambias de acera. ¿Y nosotros, qué, con Massiel embalsamada? Pues no señor: con un hispano-argentino parido en minutos por los buenafuentes, con una canción de do-re-mi y un aspecto tan lamentable como desternillante. El cabrito ha conseguido que servidor vaya a ver el festival, tantos años después.

Buenafuente pretende reventar el festival desde dentro, aprovechándose del converso candor de los mandamases de TVE por la democracia internetera, a los que les ha salido el tiro por la culata. Pero me temo que ahora, a los andreus, les va a salir tal el exitazo eurovisivo que se verán obligados a mantener el listón en sucesivas ediciones. O sea, que al chocho festival no lo enterramos ni patrás. Pero bueno, nos reímos. Internet funciona y es muy difícil de controlar. Y de manipular. Ay, Ramoncín, qué tiempos.

sábado, 8 de marzo de 2008

Reflexión

Hoy sábado he recibido un correo de un amigo que vive en Pamplona, en el que entre otras cosas colaba alguna reflexión que necesito publicar:
Me he acordado de ti porque esta mañana, al pasar a recoger a M., me he cruzado con Uxue Barkos y su marido.
Lo que más gracia me hace es que no lleva escolta. Justo al pasar a recoger a M., bajaba de su casa el concejal Iribas (son vecinos de edificio), un tipo con cuatro o cinco churumbeles, una esposa que trabaja en [xxx] y... ¡¡dos pedazos de guardaespaldas!!
Algo falla cuando un concejal mindundi tiene que salir de su edificio como si esto fuera Vietnam y la otra va paseando tranquilamente por la misma calle.
En fin, es mi reflexión del día de reflexión. Hay hijos de la ira, sí, pero también mucho hijo de p. que se aprovecha del miedo que otros causan.
Un abrazo ciudadano.
P.D. He vuelto a escuchar tu podcast: tu mejor entonación, la más sincera. Quizá sea eso, Pacotto.
No voy a poner enlaces a Barkos ni a Iribas, pero el lector inquieto encontrará sus perfiles con ayuda del Gran Hermano.

Mis tres certezas, a estas horas de la previa:
  1. Tengo muy claro a quién no voy a votar mañana.
  2. No tengo nada claro a quién voy a votar mañana.
  3. Tengo muy claro, siempre lo he tenido, que mañana voy a votar.
Buenas noches, y buena suerte.
(Por si alguien se confunde: esta frase de despedida y que siento propia es de mi admirado Edward Murrow, no de quien se la apropió en un debate millonario).

viernes, 7 de marzo de 2008

Hijos de la ira

Desde el dolor y la indignación, quisiera mantener la serenidad ante estos micrófonos, para evitar que los canallas hijos de la ira intervengan en nuestro proceso democrático. Ahora, más que nunca, tenemos que combatir esas balas con nuestros votos.
Y también ahora, por Dios, que todos los partidos democráticos nos demuestren de una vez por todas que nos los merecemos y se pongan a trabajar juntos, pegados, sólidos, desinteresados para acabar de una vez por todas con estos asesinos hijos de la ira.

Sanseacabó Nº 19, semana 10 de 2008, emitido por 98.3 Radio






jueves, 6 de marzo de 2008

La mirada (3): exégesis

Hoy tocaba hablar del calvario gustoso subido por el elenco artístico de La mirada, pero lo urgente no deja tiempo a lo importante. Un lector anónimo dice no haber entendido nada de nada el guión, mientras otro que se oculta tras el seudónimo ‘provocador con causa’ (quién sabe si acurrucado tras la misma anónima identidad del primero) insiste en que no entiende nada de esta obra maestra.

Tras reponerme de la conmoción que supone comprobar el nivel intelectual de algunos lectores de este rincón, siempre agazapados ellos, tuve la tentación de explicarles yo mismo el argumento. Pero, ¿y si pecaba de prepotente listillo que se ríe del nivel intelectual de los menos agraciados?, ¿no sería una manifiesta falta de caridad?

He resuelto la duda escribiendo un correo a mi admirado profesor Aquilino del Moral Cifuentes, catedrático emérito de Epistemología Artística Aplicada en la Universidad Pública de La Codoñera (Teruel), para despejar las dudas de quién era aquí el orate, si el anónimo o servidor. “Don Aquilino –le decía esta mañana–, me gustaría que visionara el corto que le adjunto y me sacara de las dudas que están en el ambiente; ¿tiene alguna justificación el que un ser normal, con educación, digamos, universitaria, tenga dificultad para entender la trama de La mirada? Aunque sé que es un hombre muy ocupado, le rogaría una rápida respuesta, pues somos cientos, por no decir miles, los que estamos en vilo. Atentamente, Pacotto”.

Para mi grata sorpresa, esta tarde tenía en mi buzón la respuesta de don Aquilino, y que además me ha tranquilizado en gran parte de su contenido. Paso a transcribir:
Muy señor Pacotto:
Desconozco cómo ha conseguido mi dirección de correo electrónico, pero le rogaría que de ahora en adelante deje de molestarme. Pero en fin, ya que me ha enviado el corto, he terminado por verlo mientras almorzaba y paso a exponerle mis consideraciones.
Me sorprende lo que dice de que haya una sola persona que no entienda, a la primera y de un tirón, la historia que envuelve 'La mirada'. Hasta un bachiller se habría dado cuenta de que el autor regresa a sus impulsos púberes en lo que se refiere a madurez cognoscitiva, de modo que le basta mezclar ese químico ingrediente social a través de un cóctel de personalidades/tipo para destapar el cruce de caminos vital en el que confluyen la infancia, la parálisis, el amor tenso, lo fraternal, lo generacional, el golf, la bondad, la maldad y la crueldad hasta derribar el mito de la infancia eterna que ya describió en su día la metáfora de Peter Pan, en una colisión múltiple en la que nadie está seguro a todo riesgo, incluso (si me apura) por daños a terceros. La volatilidad de la inocencia infantil llega hasta la contundente personalidad materialista adulta en menos de siete minutos, de modo que el autor consigue transmitirnos que la vida es un acelerante sin freno por carril predestinado, donde el amor y el dinero se funden sin solución de continuidad.
Por cierto, el actor que hace de padre de Guillermo me ha parecido, lisa y llanamente, insuperable.
Y por favor, en serio, no vuelva a escribirme.
Atentamente,


Creo que, después de las sabias explicaciones de don Aquilino, cualquier comentario por mi parte estaría de más. Lo que más me sorprende es que parece que me ha leído el pensamiento.

Para entenderme mejor:

miércoles, 5 de marzo de 2008

La mirada (2): historia de la dignidad

El equipo de investigación de ERP está en condiciones de asegurar que el jurado de los Premios Kino 2008 ha sometido a todo tipo de presiones, chantajes y sobornos a los candidatos. Podemos afirmar, con rotundidad, que solo los integrantes de uno de los nueve grupos presentados a concurso no se doblegó ni permitió los juegos sucios… y eso le ha costado llegar a la final sin ninguna nominación.

Estos son los infames hechos, contrastados por los periodistas de investigación de ERP, que han dejado a La mirada en una incomprensible cuneta artística, cuando remoza maestría en cada uno de sus fotogramas:
A Javier Romero, el director, se le insinuó que si iba a hacer compañía a la Clínica a uno de los miembros del jurado, recién operado de una rodilla, “tendría posibilidades”.

José Manuel López, ayudante de Dirección, descubrió atónito que su tarjeta no le daba acceso a Bibliotecas justo después de decirle a ‘alguien’ que estaba segurísimo de que la competición iba a ser limpia.

Con Ana Fernández, la productora, fueron directamente al grano: número de cuenta y cantidad a ingresar.

El caso de Álvaro Bonet, director de Fotografía, es más espeluznante: un pariente de un jurado le aseguró que si digitalizaba todos los negativos que su familia tenía de sus vacaciones desde 1962 “el premio tendría muchas posibilidades”.

María Jesús Escobedo, directora artística, tuvo que escuchar de un miembro del jurado domiciliado en Madrid: “Chus, oyes, que por qué no vienes, cenamos y te cuento la mecánica de las votaciones”.

A Javier Loza, el editor, un profesor le propuso repintar las paredes grises de fcom en un tono más vivo como “un gesto que tendríamos sin duda en cuenta”.

Inma Barrio, responsable de Sonido, se hizo la sorda cuando otro miembro del jurado domiciliado en Barcelona le dijo: “Inma, va, que por qué no vienes, cenamos y hablamos de bandas sonoras o de cuando yo estudié allí”.

A Borja Álvarez, director de Cámara, algún miembro del jurado le llegó a confesar que no sabía qué pintaba en el jurado, si desde 1998 estaba ciego por un accidente pero que como le seguían llamando todos los años le daba corte negarles la ilusión.

Al ayudante de Borja, Manuel de Llera, le llegó un SMS de llamada oculta desde un edificio que no revelamos (vale: Bibliotecas): “+pasta o kput”.

Daniel García, de Música, se sorprendió cuando, tras rechazar amablemente la petición de un primo lejano de Chenoa para incluir uno de sus temas en La mirada, le dijera: “Como quieras, pero que sepas que tengo amigos en Bibliotecas”.

Carme Raventós y Maite Izrdiaga, de Iluminación, tuvieron en sus manos la nominación de haber aceptado ser las canguros de los niños de determinado señor durante las Navidades.

Y hablando de Navidad: Oiana Goienetxe y Marta Delapeña, responsables de Maquillaje y Peluquería, tendrían (sic) “dorsal de ganadoras” si pasaban la previa de Nochebuena en casa de un jurado de Sevilla “arreglando a mi señora”.

Michelle Beneke, script, tuvo una oferta tentadora: si le recordaba durante un semestre a un profesor dónde había dejado la clase del día anterior “tu peli tiene opciones a los osos, o no, ah, sí, a esos premios del de Mafalda en los que creo que estoy juzgando”.

Patricio Asensi, pertiguista, no fue tentado porque todos los miembros del jurado, tan doctos, entendían que aquí votaban a cineastas, no a olimpistas.
Y del elenco artístico ya hablaremos, porque ésa es otra: toneladas de talento que un jurado de incompetentes ha pretendido tirar por el retrete sin darse cuenta del daño que estaban causando al crecimiento de la Humanidad.

Señoras y señores, juzguen ustedes mismos si no están ante una auténtica obra de arte a la que se le han robado todas las posibilidades por culpa de un puñado de… en fin, no quiero llorar. Disfruten de La mirada.


Para entenderme mejor:

martes, 4 de marzo de 2008

Tenemos prisica

El conductor funcionario del coche oficial aparcó en la puerta del Gobierno de Navarra a las ocho y veinte, diez minutos antes de su cita con el medio cargo al que tenía que llevar a Valladolid a lo que sea. El medio cargo no apareció diez minutos más tarde sino a las diez. El medio cargo se acercó acelerado hacia el coche y además metiendo presión al conductor, que bostezaba recostado en el capó:

–Venga, vamos, que tenemos prisica y hay que estar allí a la una.

El conductor funcionario del coche oficial pisó a la fuerza y a la una estaban en donde sea que fueran en Valladolid. De centro a centro en menos de tres horas. El conductor tuvo suerte y no se tropezó, que se sepa, a fecha de hoy, con un radar fijo o móvil que lo retratara.

El conductor funcionario del coche oficial recibió el último flashazo de infractor cuando el carné por puntos estaba en ciernes, o sea, que le cayó un multón por llevar a un medio cargo a toda leche a salvar a la patria, pero salvó los puntos, porque no existían, y también (¡andá!) la cartera, porque las multas de los conductores funcionarios las paga su medio cargo, o sea, la admón, o sea, nosotros.

El conductor funcionario del coche oficial cobra por obediencia debida, y si el medio cargo le dice que a toda leche, muere por él, que no con él: quien se salta las leyes es el que está al volante y no el que maneja; si hay multa te la paga el contribuyente, pero si hay que quitar puntos, que sean los tuyos, que yo voy en el asiento de atrás y no sé de qué me están hablando.

El conductor funcionario del coche oficial está deseando que sólo le pillen pisando el acelerador en territorio navarro, por aquello de que perro no come carne de perro y el policía foral le dirá, como mucho, “hombre, no jodas y baja el pistón… susórdenes, señor director general”, mientras sus compañeros orillan a los domingueros de uno en uno y a ver, el carné.

En territorio fronterizo, al conductor funcionario del coche oficial le queda la esperanza de que su violación de la ley se conmute por un ‘hoy por ti y mañana por mi’, o sea, (como el chiste del dentista de ‘¿verdad que no nos vamos a hacer daño?’), de ‘hoy corres tú por aquí y mañana lo hace mi medio cargo por tu foralidad’.

Cuando le esquilen los puntos allende territorios hermanos, el conductor funcionario del coche oficial terminará con un poco de suerte como bedel funcionario en el negociado de carnés en pago a los servicios prestados, mientras su medio cargo seguirá metiendo prisica a su sucesor para ir a aprobar la ley que nos salvará, a todos, de los vándalos que no saben respetar la ley que ellos han promulgado. Todo sea por nuestro bien. Los que no saben ir a 120 es porque en la vida han sabido ir a 120.

Qué poco han cambiado los tiempos, Santo Dios, desde el emblemático “usted no sabe con quién está hablando”.

sábado, 1 de marzo de 2008

Un muerto en el ascensor

Mi abuelo Miguel ya ha pasado a la Historia, sobre todo por su prolífica contribución al mundo del Derecho. Rector de la Universidad de Zaragoza, profesor, investigador, político, periodista… cien años imposibles de resumir aquí. Pero por lo que es improbable que mi abuelo Miguel pase a ser conocido por próximas generaciones es por su faceta de novelista.

Miguel Sancho Izquierdo escribió una sola novela en su vida: Un muerto en el ascensor. Y como el título es transparente, evitaré detalles sobre sus influencias simenonescas propias de la época. No, si escribir, lo que se dice escribir, escribía muy bien. El problema era más hondo: que, como buen sabio autista, era incapaz de describir una realidad medianamente creíble.

Así que desde su atalaya, daltónica en lo social, llegó a provocar esta situación: el inspector Gerard Hagger detiene por fin al autor del asesinato descubierto en el ascensor. Se trata de un vagabundo harapiento, un muerto de hambre que ha pasado su vida en el arroyo; un desecho, vamos. En el interrogatorio, Hagger no puede reprimir la pregunta de por qué lo hizo, ya que la víctima tenía todas sus pertenencias. Y el presunto le responde con esta pregunta reflexiva:
–¿Conoce usted, inspector, la obra de Ibsen ‘Espectros’?
Y ahí se acabó la magia y el futuro literario del autor.

Para lo que sí sirvió esta vena del yayo fue para contagiar la pasión por la lectura y escritura a sus descendientes. Cuando sus nueve hijos eran infantes en batería, organizaba concursos de cuentos entre ellos. En una de esas ediciones, el zagal Paco escribió uno con la adolescente coctelera mental de Simenon+papá y que más o menos decía en su arranque:
–Cocaína –dijo el inspector Scott nada más oler el paquete sospechoso.
Dejó el original en su cuarto, el de los chicos, y se fue a sus cosas.
En la velada literaria del desenlace, sus hermanos pequeños Facundo y José Luis comenzaron la lectura del relato que habían escrito al alimón:
–Tabaco –dijo el inspector Granard cuando olió la bolsa.
Mi padre saltó, claro, con toda su adrenalina:
–¡¡Me habéis copiado, me habéis copiado!!
A lo que los dos chavalines acusados respondieron, con calma:
–Pero qué dices, si no se parecen en nada…

Esta tradición de juegos florales traspasó la generación y llegó a la nuestra. Un verano de hace mucho, tanto que lo tengo en nebulosa, nuestros padres y tíos organizaron un concurso de relatos entre los tropecientos primos. Del mío no me acuerdo pero me lo imagino: piratas o capitanes truenos. Lo que sí recuerdo, o mejor dicho sé porque ha sobrevivido a los años, es la escena del lejano oeste relatada por mi hermano Ángel: el salvapueblos atraviesa la calle principal hacia el Saloon, despistado, cuando un pistolero sale por su espalda y a punto está de cargárselo, de no ser por un ciudadano que, atento, dispara y mata al malo. El héroe, sorprendido, se da la vuelta y comprende que ese desconocido le acaba de salvar la vida. Y el diálogo que se produce entre ambos es:
–Gracias.
–De nada.
Todo esto y mucho más ha resucitado hoy en un encuentro sanchesco, tan imprescindible.

En la portería, Leticia; defensas: Magdalena, Ángel, Marga y Mapi; media: Javier, Álvaro y Linda; al ataque: Maialen, Pacotto y Lejana.