martes, 13 de marzo de 2007

Gafes del oficio

Es buen día para repasar a esos seres que haberlos haylos. A esos pobres que, se empeñen como se empeñen, las cosas les salen torcidas y provocan el yuyu en todos a cuantos rodean. Esta mañana, por aquello del martes y 13, una emisora invitaba a sus oyentes a contar historias de amigos y conocidos a los que el gafe les acompañara allá por donde pisaran. Y han contado historias desternillantes. Tan, tan buenas, que a la fuerza deben ser verdad porque es imposible inventárselas.

Lo del gaferío está incrustado en nuestra cultura tribual. En todas las culturas. Hay casos en los que llega a la tragedia, como ocurre en una secuencia, durísima, de Masters and commanders, que creo que esta noche la vuelven a echar (qué listos los de la tele, en martes y 13, alimentando la cosa).

En mi profesión, el periodismo, he conocido a pocos con ese marchamo social. Y hago este matiz del marchamo porque, a fuer de sincero, debería decir que he conocido a un puñado, si es que hay que juzgarlos por sus resultados, por la de proyectos que han mandado a hacer puñetas. Claro que, por ese rasero, hasta yo me puedo incluir.

Gafe, lo que se dice gafe, sólo conocí a uno, pero más por lo que contaban de él que por lo que yo viví. Era uno de mis primeros jefes y se le conocía por "el innombrable" porque, decían, pronunciar su nombre traía consecuencias. Y contaban historias, leyendas negras sobre él. Personalmente, lo más tétrico que le oí narrar, con infinita candidez, es que una noche se había cenado el cuenco de arroz y carne del perro, sin darse cuenta. "Pero estaba bueno".

Luego tenemos a los periodistas que, tarde o temprano, metemos la pata. O sea, todos. Y, si no, a ver quién tira la primera piedra. Alrededor de estos esporádicos cojos ya escribí hace tiempo en este mismo rincón, y no voy a volver a repetir lo que de diferente tiene una equivocación jocosa de otra de mala leche. Con el periodismo no se juega. De hecho, también recordé por entonces auténticas muestras de mala pata, en la que una serie de endiabladas coincidencias traen un resultado perverso y sin que haya posibilidad de encontrar culpable.

Pero seamos amables en tal día como hoy y riámonos sin mayores pretensiones con este puñado de textos que me ha hecho llegar un querido colega cazaerratas y que aquí expongo. A lo mejor más de uno ya los conoce, porque son de los que no dejan de rondar la red, pozo inagotable de saludables carcajadas:
  • Dos individuos propinaron una paliza de nacionalidad colombiana (...)
  • Tiene daños cerebrales en el hígado, intestinos, vejiga y pérdida de visión
  • Una fractura, en el dedo derecho del pie pequeño, le impide jugar
  • (...) la acusación particular pedía un año de cáncer y una indemnización (...)
  • Hasta 1.150 millones de euros se puede ahorrar al año un comprador madrileño que se preocupe por buscar los mejores precios (...)
  • Condenan a 8 de los 3 acusados por el secuestro de (...)
  • (...) que había en la casa de la víctima. Luego, en el registro efectuado en la casa de esta mujer se hallaron otras 57.000 personas
  • Patricia Gaztañaga, toda una experta en estas lides que celebra 500 años en antena de su programa (...)
  • Seis de cada cuatro canarios creen que el Gobierno (...)
  • Un bebé de 21 años resultó ileso tras caer (...)
  • Se espera que para los referidos eventos lleguen a la provincia unos 600 congresistas, 320 deportistas, 120 voluntarios, 150 dirigentes, 30 árbitros y reúnan unos 25 espectadores
  • La Corporación (...) aprobó sacar a subasta una parcela municipal de 1.500 metros cuadrados (...) por 36.000 euros cuadrados, para que un empresario pueda instalarse
Es un homenaje a mi admirado Eduardo Ruiz de Velasco, toda una vida en Radio Bilbao, quien practicó durante toda una ídem la relajante cetrería tipográfica. Sus dos 'Antología del gazapo' son eso, antológicas, y cazadas a perdigón, sin internetes. Publicadas por Planeta a mediados de los ochenta, no sé por qué no hay reediciones. Yo, mis ejemplares, no los dejo ni a 'sumadre'. Dicen los locutores del Carrusel: "El balón entró como una insolación"; "el césped se encontraba sin hierba". Dice la esquela: "Rogamos una oración por su eterno descenso". Dice el natalicio: "Nuestra enhorabuena a sus numerosísimos padres". Dice el cronista de sucesos: "La violación de un paisano tibetano por una mujer yeti ha dado como resultado, dos años después, el nacimiento de un niño enteramente peludo".

Y, como se trata de reírnos, algunos profes ya recopilamos desde hace años algunas joyas con las que algunos de nuestros alumnos, de vez en cuando, nos regalan en sus reportajes de prácticas. Yo, personalmente, tengo predilección por la profunda reflexión sociológica que se esconde tras este arranque informativo: "La mayoría de los conductores prefiere aparcar su coche cerca del lugar al que se dirigen". [¿Estaré yo entre el 4,3% que prefiere dejarlo en el quinto cogno?].

3 comentarios:

Sincopado dijo...

Ja, ja, ja! Paco eres grande. Insisto, mi favorito es el de la casa superpoblada con 57.000 personas. Yo tenía una muy buena de mi periplo en El Comercio... pero se me ha olvidado. Ejem, ¿será la edad?

Nahum dijo...

Muy buenas, Don Francisco, muy buenas. Me ha arrancado usted grandes risas a estas horas de la mañana en las que el estómago pide guerra.

¿Y se pueden tener escaneadas en papel? ¿O cortes radiofónicos?

Impresionante, como siempre. Impresionante.

Paco Sancho dijo...

Sincopado: Para eso están, para que cada cual elija favorito (a mí me gusta el de la organización del evento; como de realismo español, ¿no?).

Nahum: Gracias. Y sí, las tengo en papel, pero intenté subirlas y quedaban muy mal (o muy grandes o muy pequeñas).