viernes, 2 de marzo de 2007

Gastronomía y algo más

Ya estoy en la cuenta atrás para regresar. Me espera un viaje de campeonato: salgo el sábado a las 6 de la mañana (las 10 en España) y llegaré a casa como a las 6 de la tarde... ¡del domingo! Vaya meneo. Entre otras cosas, me pierdo el cumple de Eneko (¡felicidades, compadre!). Me pierdo, fundamentalmente, sus estupendas meriendas de cumpleaños. Así que, para consolarme, os dejo algunas migajas de lo que han sido estos días gastroparaguayos.

Tragos...

Hilarión nos prepara un traguito "para relajar, que los señores han tenido un día duro". Es uno de nuestros amigos, de nuestros imprescindibles habitantes del Hotel Chaco. Para mí que, con tanto tiempo como llevamos viniendo por acá, nos consideran de su familia. Es un hotel que sobre todo es, cómo diría, acogedor, confortable, de tintes clásicos pero en el siglo XXI (escribo esto desde mi habitación gracias al wifi. Bueno, echadle un vistazo).

...carne...

Óscar, Carolina, Norma, Óscar y Armando. Cenamos en El Quincho, la parrillada del Club Centenario, aprovechando que al día siguiente era feriado. ¡Santo Dios, cómo comen carne estos paraguayos! (...bueeeno, y sus invitados). Y los cortes, a lo grande: en mi vida he masticado tanto.

...pescado...

Emigdio y Marcos están a punto de servirnos el surubí, un pescado delicioso del que repetimos y repetimos en nuestras estancias paraguayas. Tan feo como sabroso. Que se puede preparar de mil maneras; pero a Armando y a mí nos suele gustar a la parrilla, con verduras y papas. Marcos, una vez, hasta se inventó el 'surubí a la española', surrealismo total, a base de una salsa como que de pimiento y tomate. Pero bueno: está bueno.

...y pescado

Y, de postre, un mal trago, porque esto empieza a no tener gracia. Los que recuerden a los hombres de negro que me vigilan sabrán que me hizo gracia. Pero que la cosa va en serio, tú. Han pasado la información a su mandamal y, éste, a su Army, glups. Puede que ya me hayan localizado con sus satélites. Armando dice que, por si acaso, no se vuelve a alojar en ningún hotel conmigo. Por si los obuses.

4 comentarios:

Nahum dijo...

Don Francisco, Don Francisco, ¡¡¡qué hambre me da su blog!!!

Anónimo dijo...

Acabo de aterrizar en este blog, Paco, y por aquí me quedaré, que esto tiene buena pinta.

Y, cómo no, cuando yo llegué Nahúm ya estaba allí.

Paco Sancho dijo...

Ander, gracias y siéntate; estás en tu casa.
Tu Vespa me ha hecho revivir tiempos. No te escribía, pero te leía. Y te leeré cuando publiques, porque soy nativo de carreteras secundarias.
Y sobre el señor Nahúm... qué te voy a decir que no sepas. ¿Trabaja, él, o solo bitacorea?
(Él sabe que no puede meterse -en exceso- conmigo, porque tengo pruebas impresas con las que más de uno os íbais a partir la mandíbula. Pero es mi representante, mi valedor, así que chitón).

Nahum dijo...

Don Francisco: no sé de qué me habla...

(¡Y a ver si de una puñeterera vez me escanea esas fotos prohibidas, leñe!)