Vivimos días de pan y circo, de temas revueltos, donde nos parece normal que los italianos sean, por ejemplo, nuestros principales enemigos sobre el terreno de juego, mientras a la vez pactamos con ellos, y brindamos felices junto al resto de los ricos de la Unión Europea, por cerrar el paso a los inmigrantes desprotegidos, a los africanos famélicos o a los latinoamericanos desesperados. Europa, el continente que tanto se aprovechó del mundo para crecer, se vuelve ahora prepotente en su opulencia y decreta el peligro que encierran esos seres humanos que se juegan la vida por un pellizco de solidaridad: si son útiles para algún trabajo que nadie más quiere hacer, se les acepta; pero si piden trabajo y nadie se lo da, se les echa. Malos tiempos para la caridad.
Sanseacabó Nº 29, semana 25 de 2008, emitido por 98.3 Radio
Se escucha aquí, en ventana independiente (porque mi querido Odeo dice estar indispuesto).
1 comentario:
Bravisimo, Paco.
Me pregunto lo que hubiera sucedido a mis abuelos si no se les permitiera vivir y trabajar en Brasil en los años 20 (despues de muerta casi toda su familia por la gripe de los 1918).
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