miércoles, 14 de marzo de 2007

Gafes (colaterales) del oficio

Bueno, bueno, bueno. Ayer tuvo tanto éxito entre mis millones de seguidores lo de los errores achacables a los periodistas, que hoy vamos a seguir con las meteduras de pata de los periódicos (con o sin intervención de los periodistas) y de otras publicaciones impresas. Como también alguien pedía pruebas testificales, voy a hacer un ciberesfuerzo para plasmarlos acá.
(Si usted es nuevo en este rincón, le recomiendo que primero lea lo publicado ayer para meterse en situación).
Vamos allá:

Queda claro, ¿no? Es fundamental limpiar el nombre de los desaparecidos.

Vamos a ver, señor gerente: si hubiera ido a clase el día que tocaba Resabiados en el Máster de Recursos Humanos se habría enterado de que a los linotipistas se les comunica su despido cuando han cumplido su jornada, no antes.

A mí no me parece caro. Cuarenta kilos por una casa con un ascensor de tres dormitorios es bastante asequible para ser tan señorial. (Y lo que fardas con las visitas, qué).

Pero bueno, ¿estos a quién ofrecen sus servicios, al propietario o al jetas?

Es lo que tiene eso de aplicarle el topiquillo test al entrevistado: que se desmadra y le sale el guarro suicida gastronómico que lleva dentro. Por algo es sincero.

Pues eso. Que me desgañito con mis alumnos para meterles en el coco que, en una publicación impresa, aunque parezca baladí, hay que cuidar hasta el mínimo detalle, hasta el último signo de puntuación. Y ellos me preguntan: "¿De verdad es tan importante una coma aquí que allá?". Y yo les contesto, deprimido, que tengo la casa hecha un desastre desde que dicté el anuncio clasificado por teléfono al comercial del periódico, dando por sentado que puntuaría como Dios manda. Pero mi anuncio salió publicado así:
SE NECESITA EMPLEADA DEL HOGAR INÚTIL. PRESENTARSE SIN REFERENCIAS.
Y ya se sabe que lo escrito va a Misa.

2 comentarios:

Sincopado dijo...

Paco, yo creo que este tipo de gazapos te daría para hacer un blog alternativo... Deberías planteártelo. Sin ir más lejos, hay un blog en el que se dedican a buscar fallos de ortografía en libros publicados.

¿Al final llevaste el bombo para animar a Ramón?

Paco Sancho dijo...

No, Sincopado, no. Nada de blogs alternativos. Cuando tengamos cosas divertidas vendrán aquí.

Y si lees el siguiente comentario verás que no llevé el bombo, sino la recortada...