El 4 de septiembre de 2004, El País publicó esta página y de ella me hice eco en el blog como una muestra de mala pata: media página para el casting del musical de Nacho Cano y la otra media para la peli del Bardem en el cuerpo de Ramón Sampedro. El hallazgo fue de Ander, que a estas horas debe andar muerto de frío entre inuits y aquí le estamos esperando muertos de envidia.
Desde aquello poco me he cebado con el tema, y mira que da. En mi libro sobre periódicos y periodistas, publicado meses antes de esto, recogí varios casos de meteduras antológicas, pero con la única intención de servir como prueba ante mi convencimiento: que el director de la Redacción lo es de todo el periódico, y que de nada sirve decir que "esa página, o esa media, es de los de publi".
Y ahora va y me llega una doble página, servida por otro de mis topos, para repostar. Se trata, como verán, no de una cuestión eminentemente producto de la casualidad, sino de una convicción de fondo. A ver: nunca he entendido (ni espero entender) una línea editorial que defienda valores para los textos periodísticos pero que se desentienda, por ejemplo, de sus mensajes publicitarios. Nunca creeré en un director que jure defender la dignidad de la mujer en sus editoriales pero que sus páginas comerciales están prostituidas. O estamos o no estamos. Hasta creo recordar que en su día escribí sobre un editor de cierto país que se hacía (y se hace) el salvador con un quality paper mientras se llenaba (y se llena) los bolsillos con un mal llamado periódico popular que lo único que vende es un cóctel de sangre y tetas. O estamos o no estamos.
Pero bueno. Aquí lo ¿divertido? es que este periódico mete la pata con premeditación y alevosía: vende la página 34 a ¡su competencia! con un anuncio más que desafortunado, y parece querer enmendar el error publicando en su encarada, la 35, un reportaje de concienciación y compromiso. Resultado: lamentable.
Voy a seguir leyendo La buena prensa para recuperarme de este bajonazo.
4 comentarios:
El planteamiento es impecable. Es cierto que el director es responsable de todos los contenidos del medio, independientemente de su carácter, pero el ejemplo no está bien traído (o acaso merezca un aparte).
La página 34 nunca puede ir de la mano de la 36, porque ambas son pares, y los diarios suelen llevar impares a la derecha.
El comentario sobre responsabilidad de contenidos no está necesariamente unido al ejemplo. Pero me parece evidente que a nadie en el periódico se le ocurrió mirar los contenidos y, menos, una vez impresos los primeros ejemplares. En el caso de El País debo decir que esa página salió en edición provincias, pero alguien se dio cuenta y enmendó la mala pata para la edición Madrid.
En cuanto a las páginas, son las 34 y 35, no 36 (la foto puede 'parecer' un 36, pero no, en el pdf original se ve perfectamente; además, la numeración, si te fijas, va a la derecha, como en todas las páginas impares).
Ni te digo el rato que lo estuve mirando, como hipnotizada, y no me cuadraba, pero allí no veía yo un cinco. Por eso no me cuadraba nada. Bueno, pues más a tu favor :-)
Bienvenida la paz.
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