miércoles, 14 de febrero de 2007

Libertad vigilada

IN MEMORIAM. Mañana comienza el juicio por la macro-matanza del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que costó la vida a 191 personas.

A nosotros nos ponen las bombas en los trenes o en aparcamientos, pero a quienes vigilamos es a los que se montan en un avión. Al AVE, o al que sea, puedes subir con tres maletas, dos mochilas, una garrafa de pacharán y una gallina agarrada por las patas sin que nadie te moleste, pero en el embarque del avión te requisarán el frasco de Sobaquette Pour Homme, la nueva fragancia de Pestazzo que te ha costado 85 euros en el Duty Free. A los aviones los controlamos porque son donde atacan en los USA o GB, y es lo que tiene de colateral la foto de las Azores. A los trenes, vía libre, camarada.

El terror se ha salido en gran parte con la suya, que es provocar el miedo globalizado, con la inestimable ayuda de las orwellianas autoridades, que disparan miradas primero y preguntan después. Los muchos que viajamos a menudo vamos con miedo por los aeropuertos, controlando de reojo a los uniformados. Hay que sacar el ordenata, el cinturón, el reloj, las monedas, las llaves, el móvil, los zapatos (¡Dios mío! ¿Me habré cambiado los calcetines remendados?), las gafas y soportar una mirada que te dice en silencio: tú tienes cara de culpable. (Y no es broma. Con lo que viajo, me gustaba llevar siempre una gorra beisbolera y un chaleco multibolsillos. Bueno, pues he tenido que renunciar. Con ese 'atuendo sospechoso' me paraban los polis en los aeropuertos de todo el mundo y me pedían la documentación. Desde que volví al globalizado uniforme gris de maduro canoso, nadie me para. Para que luego digan que no hay estereotipos).

Vivimos con miedo. Con un miedo que las autoridades alimentan. Lo de la nueva 'normativa comunitaria' no es sino otro peldaño hacia el recorte de libertades. Un presunto gel explosivo en Inglaterra provoca que todos los europeos no podamos traer ron a casa, mientras casi doscientos muertos en nuestros trenes no dan para tomar medidas especiales. Y me quedo con esto. Lo que hay que conseguir es fortalecer cada día más a los policías que buscan a sospechosos de verdad y no a los que registran a miles de turistas con cara de llevar en su equipaje de mano, por el aeropuerto y con dos de esos, unos veinte kilos de goma dos.

5 comentarios:

Paco Sancho dijo...

Gracias, Dani. Es que cuando permitía cualquier comentario me entraban montones de basura. Pero si ves que es un inconveniente, lo quito, que yo busco la participación.
Y sí, voy a intentar darle marcheta al blog (aunque ya sabes que el espíritu está pronto, pero la carne...)

Paco Sancho dijo...

Oye, Dani, que me has convencido. Ni captcha ni ná. Dejo abierto esto para que escriba quien quiera. Como adviertes tú en tu blog, borraré manualmente los mensajes basura o los que nos ofendan de alguna manera a los que nos gusta este rinconcito. Como ya lo tienes tan bien escrito, ¿para qué voy a redactar nada? Hago mías tus palabras: "Por favor, intenta ser respetuoso/a con los demás. Los comentarios que incluyan publicidad, spam, graves faltas de respeto, insultos o que hieran gravemente la dignidad y el decoro de cualquier persona no serán publicados. Gracias."

Paco Sancho dijo...

Pero es que creo que lo dejas muy claro. Sólo borro la basura, y me parece que la clave, como todo, está en el cerebro; eliminar comentarios no es un acto de censura sino de educación, por lo mismo que dices: sobre mí, o sobre ti, que digan lo que quieran, siempre que nos respeten. ¿Qué pasaría si uno que yo me sé, sin ser máquina, se mete en tu blog y te escribe una barbaridad sobre cualquier derecho humano? ¿No lo borrarias? Yo soy responsable, para bien y para mal, de lo que sale en mi blog. Y eso me hace sentirme tremendamente responsable.
Ya que he usado tus palabras, reproduzco otras mías que tengo de entrada en un foro familiar (y donde he tenido que borrar un puñao):
"Cualquier persona con espíritu positivo y constructivo será bienvenida. Las fronteras de la libertad de expresión en este territorio están custodiadas al norte por la legislación, al sur por el respeto al prójimo, al este por el buen gusto y al oeste por la identidad del emisor. Los mensajes que no respeten estas elementales normas serán desterrados. Gracias y adelante."
A mí me importa un pepino que me pongan a parir: para eso enseño la cara y mi identidad. Me parece justo que, quien entre, se muestre recíproco.

Xan dijo...

Este blog sólo lo leen dos personas?
Muy bueno, Paco. Bien publicitado por parte de MAJ.
Estos son lo blogs que busco, en los que hay un poco de empatía con el lector.
Sigue así.
Un saudiño.

Paco Sancho dijo...

Gracias, Xan. A la orden.