El canal de televisión había abierto, unos meses antes, un concurso público para elegir la sintonía de una nueva serie que con toda probabilidad iba a arrasar entre los quinceañeros. La trama, según especificaban las bases del concurso abierto para lo musical, giraba en torno a un insti con personajes protagonistas que encarnaban algo nuevo y nunca visto en las teleseries españolas: estudiantes que no estudiaban, profesores coleguis, madres solteras y una directora con temperamento (los guionistas aún dudaban si hacerla alcohólica o lesbiana). Pero lo importante era el hilo conductor: buen rollito de primavera entre todos y por eso se eligió el 21 de marzo de 1998 para su estreno, con lo que el plazo para elegir la banda sonora se cerraba el día 1 de ese mismo mes.
Onofre García Valderrama se enteró del concurso gracias a Justo Peñarriba, el cartero de su pueblo, Cotillas. Justo acababa de llegar (Justo, no Onofre) de San Sebastián de los Reyes el 1 de septiembre, adonde se había desplazado, comisionado por su alcalde, con la intención de que sondeara la posibilidad de que ambos municipios se hermanaran: el alcalde, Juan de Dios Hermosilla, siempre soñó desde su elección con ello, al juzgar que quedaría en las memorias algo así como San Sebastián de los Reyes Cotillas. Sin embargo, la misión de Justo no prosperó, toda vez que ni lo intentara al saber que el alcalde de la pretendiente era políticamente incompatible con Don Juan de Dios, así que le soltó a éste una mentira piadosa: el 1 de septiembre, el ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes estaba cerrado porque toda la plantilla se había ido a confraternizar con los alemanes de Baunatal, con los que sí estaban hermanados.
Bueno, que perdemos el hilo. El caso es que llegó Justo a tiempo de oír el bando que pregonaban los de A3TV por las esquinas pidiendo creativos para el tema musical de la nueva serie. Condiciones: lo que se le ocurriera al autor con tal de hacer pleno al quinceañero. La serie ya tenía título definitivo, 'Compañeros', "y eso te tiene que dar muchas pistas", le dijo Justo a Onofre.
El creativo albaceteño creyó estar inspirado y se recluyó, como solía, en su granero de Cotillas. Para entonarse mientras se calentaba el organillo se chutó los vinilos de Adriano Celentano (Grandes Éxitos), de Los Tres Sudamericanos (discografía remix) y de Doménico Modugno (Sopra i tetti azzurri del mio pazzo amore, 1967). Poco después nacía, de un tirón, 'Compañeros'. Como siempre, Onofre grabó con la ayuda de 'Los Impecables de Cotillas' su tema, que tuvo listo para ese 27 de diciembre en el que aprovechó un viaje relámpago a San Sebastián de los Reyes para comprar Lotería del Niño. Y lo entregó en la tele con todas sus esperanzas.
Pasaron los días y los periódicos no decían nada. Hasta que el 4 de marzo de 1998 sí salió la noticia y le dio un vuelco el corazón. Una vez más, las influencias, los amiguismos, las manos bajo la mesa, las comisiones... la corrupción, en suma, le habían chafado su ilusión, su fe en una obra maestra. Onofre García Valderrama, que ya sufrió los atracos desde la movida madrileña, volvió a sentir tanta rabia como impotencia porque su tema, incomprensiblemente, nunca llegó a sonar en la tele.
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