Esto podría titularse 'El precio de la información', pero no. Sería quedarse en la materia prima. Todo es información, desde lo oculto a lo evidente. Lo que da valor a la información es el profesional que no solo sabe conseguirla sino valorarla, limpiarla, cotejarla, contextualizarla, ordenarla y servirla para que le aproveche al ciudadano.
El precio del periodismo es el precio de la profesionalidad, que solo se consigue cuando se tiene vocación, se prepara a conciencia y se le echa al asunto todas las horas del reloj, primero en la universidad y luego en la trinchera. No se consigue por tener un blog, amiguetes, cámara digital y cursillo CCC de photoshop y hosting. Ése, ya lo tengo escrito, será un ciudadano disfrutando del periodismo de la señorita pepis pero nunca será un periodista ciudadano.
El precio del periodismo no es que sea alto, sino que es inalcanzable para la mayoría de los mortales: son imprescindibles profesionales con formación y dedicación plena a cambio de lo que les ofrecen gestores con intereses creados: sueldos de risa, por lo menos hasta que hayan tragado tanto barro como para mimetizarse con la trinchera.
Los periódicos están en crisis porque ya no hacen 'montoncitos de oro' (expresión de Antonio Franco, ex director de El Periódico de Catalunya) y la gente, dicen, ya no los quiere como antes y la difusión va de capa caída. Así que recortan las Redacciones, que es recortar la oferta informativa, pero aumentan el precio. Y a ver. De modo que quieren hacerse cómplices de la sociedad cuando denuncian a todo trapo que
pero dejan para la letra pequeña que ese disparo es del calibre 4-6% en el caso del transporte y de un 2,6% en el de la luz.
Así que, una vez congratulados con su parroquia, informan con otro tono de que, frente al disparate ajeno, la taquilla propia sube 'solo' en un 9% en laborable y un 11% en festivo, maquillando la cosa y como siempre con un nuevo suplemento, que a ver quién quería.
Es la técnica del redondeo de cuando el euro, que eso de diez céntimos es mucho más cómodo para el consumidor que cuatro, o tres, o sea que en el fondo lo hacemos por él.
Por tanto, no sé cuál es el precio del periodismo, pero sí el del periódico: 40 euros al mes, que es un señor presupuesto para una familia de clase media, que es lo que somos la gran mayoría. ¿En qué puedo invertir 40 euros mensuales que no sea el periódico? La verdad es que, aparte de dos líneas de teléfono, o una conexión de ADSL, o una suscripción a TVCable, o el alquiler de quince pelis, o la descarga de 40 canciones, o la suscripción a ocho canales premium no se me ocurre nada más. Claro que, ahora que caigo en lo de las suscripciones, también podría ser peor: pagarle al periódico por adelantado 500 euros, que es lo que pide por un año en el que debo confiar en que todos los días me llegará puntual e interesante. El negocio perfecto es el que cobra por adelantado. "A la saca", creo que decían Cruz y Raya.
A día de hoy, los periódicos siguen recortando sus plantillas por la Redacción, que es como arrancarse el corazón para seguir andando. Y lo hacen los gerentes, los emebeas y los que se han quedado en la tabla éxcel de los números que solo saben del precio del periódico pero nunca entendieron, ni probablemente entenderán, el valor del periodismo. Y así les va, así nos va.
1 comentario:
Aunque con todas mis deficiencias a cuesta, vengo a decir lo mismo.
http://periodismodegozadera.blogspot.com/2010/01/un-debate-necesario.html
¡¡Que grite más fuerte la Universidad¡¡ Que no se les oye.
Publicar un comentario