La Coalición de Creadores no tiene en sus filas a Dios, válgame. Son un puñado de salvadores que cocieron el negocio de la promoción en torno a medios afines, o sea, la fórmula de la radio que cada dos por tres minutos inyectan a Fito para que cada segundo se descargue un politono en beneficio de los chupópteros de chistera propios de cuando El Perich. Si estos son los creadores, que baje Dios y lo vea. Eran y son los recaudadores de los impuestos medievales, que es donde se quedaron.
La Coalición de Creadores nunca entenderá que la creación actual es constante y beneficia a toda la humanidad, y si no que me expliquen sus miembros qué hacen navegando por Mozilla, buscando con Google, haciendo comunidad en Facebook o jurando por Twitter, si no han pagado un chavo por ello. Venga.
Durante años se han lucrado de su legálitas, vendiendo por 24 euros una canción en un CD inabrible y quedándose con gran parte del comercio por el beneficio de la deuda.
La red es el medio generoso más inimaginable en la Historia de la Humanidad. A mí también me han robado, como por ejemplo y a tantos otros lo hace Alfonso Rojo I El Succionador, pero no por ello dejo de intentar compartir lo absorbido con lo servido.
Ahora está Zapatero, ese presidente que antes era un indeciso pero ahora... no sé, no sé. En esta España reciente él me ha obligado a hacer gimnasia diaria para seguir creyendo en la sociedad socialista en la que siempre he creído y que él está reduciendo a los tópicos: matricones, abortescentes y metadona.
Si el socialismo no pide cuentas, lo haré yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario