Cuando el 7 de junio no vote al Parlamento europeo todos se me echarán encima con alguno de estos razonamientos:
a) Soy un impresentable insolidario al que no le importa su futuro.
b) El partido no ha sabido transmitirme su mensaje de futuro.
Pero mucho me temo que nadie dará en el clavo porque falta la
c) No entiendo que un eurodiputado sin virtudes gane 7.655 euros al mes por regular en comisión el cupo de la pesca de los langostinos en el Mar Menor,
y la
d) No entiendo que ese eurodiputado, para votar, cobre aparte unas dietas de 241 euros diarios, amén de viajar en business porquesí y de relajarse de tanto estrés político en el spa, los jacuzzis y los sillones de masaje que están a disposición de su señoría en las instalaciones comunitarias entre votación y votación,
y la
e) No entiendo que los partidos no manden a Europa a los políticos que enamoran, sino a los que hay que ponerles un estanco,
y la
f) No entiendo que las directrices europeas se preocupen más de los petardos en Valencia (que no me gustan pero es su pueblo y que San Pedro las bendiga) que del pleno empleo y de la justicia equitativa,
y la
g) No entiendo que cuando el fisco me ataca inmisericorde descubra, humillado, que mis impuestos van más a los 7.655 mensuales + 241 diarios de su señoría que a salvar los puestos de trabajo que se esfuman sin que tan privilegiados asalariados sepan remediarlo,
y la
h) No soporto la tortura insufrible de aguantar otra vez a los mismos de siempre, y durante dos semanas, llenando los telediarios a base de mensajes apocalípticos sobre los horrores que provocan los otros pero sin una idea propia que merezca la pena para descubrir el futuro.
y la
i) Europa es una entelequia política y económica que vive de la teta pública regulando lo que no sabe porque confunde al tulipán con la margarina. Una cosa es llevarse bien entre vecinos y otra, intolerable, es que un alemán me diga a qué hora tengo que apagar la luz.
y la
j) la jota no me la toquen
y la
k) [...llenar al gusto...]
Conozco a dos eurodiputados. El uno me dijo que no pasaba nada si no iba en la lista de las próximas elecciones, pero se tiró llorando a los pies del presidente de su partido (a la sazón presidente de comunidad autónoma) rogándole que le dejara repetir porque tenía equis hijos. El otro, hace algún año, era alcalde quemado de gran ciudad y me aseguró que estaba deseando dejar la cosa pública para dedicarse a lo privado... hasta que consiguió que su partido lo colocara en Bruselas; lo primero que hizo fue cambiar su domicilio del noreste peninsular a las Canarias para poder cobrar más kilometraje del Europarlamento/yo. Ambos especímenes no pertenecen al mismo partido y nunca saldrán en otros papeles que no sean actas prescindibles que firmaron sin saber en qué estaban contribuyendo al bienestar social.
7.655 euros al mes + 241 al día. Hoy. Brutos. Pues claro que me importa el futuro.