Ahora que nadie nos oye: hay locutores equilibristas empecinados en ver bajo su punto de vista. Los periodistas tertulianos atacan sin piedad al participio y se comen las des porque les ha dao la gana. Los políticos invitados a la mesa camilla hertziana trocan ces y des por zetas para demostrar su patriarcal aztituz. Y eso no es nada: si el transistor (sí, soy viejo, qué) soltara un piii por cada falta de ortografía vocalizada, apagaríamos el chisme de pura dentera.
Pero ya no es solo problema de formas sino de formación. A las diez y diez (nueve y nueve en Canarias), en la entrevista a un escritor viajero que acaba de publicar su última obra, donde combina texto y fotografía, le preguntan “cómo se le ocurrió la idea de publicar un libro multimedia”. Groucho, de haber hecho más radio, le hubiera sacado punta al invento; por ejemplo, se me ocurre, al anunciar las señales horarias diría: “Al oír la última señal serán las diez y pico”.
Probablemente, ésta sea la última vez que me meto con los que hacen radio, porque el viernes me lanzo a la piscina y seguro que me ahogo. Estreno en la 98.3 Radio un programita que ya tiene nombre (Sanseacabó) y sintonía (Fool’s overture, de Supertramp) y al que sólo le falta el detalle de saber de qué carajo voy a hablar. Uf.
De momento estoy disfrutando con la nueva web de la emisora que hoy hemos colgado y que está gustando: sencillita, clara, ordenada y útil. Aunque lo del nuevo look internetero es lo de menos, porque lo importante, de verdad, es la programación revolucionaria que ha emprendido su equipo también hoy: buena y variada música, salpicada cada media hora con microespacios de pocos minutos en los que se aborda pero que bien cuestiones de verdadero interés social. Ahora, gracias a estas ciencias que avanzan una barbaridad, se puede escuchar la 98.3 Radio del uno al otro confín. Es un consejo interesado, lo sé, porque me he implicado hasta la barbilla. Pero soy y seré de los que se moja y se entusiasma con lo que hace.
(Y, si no hago mucho el ridículo –bueno, aunque lo haga–, prometo colgar en este rincón alguno de esos testimonios radiales que están por venir).
3 comentarios:
Tengo que reconocer que (nunca) he escuchado la 98.3.
Siempre hay una primera vez, y mientras huyamos de la tendencia radiofónica actual (Queipo de Llano ha vuelto a las ondas de radio) todo será bienvenido.
Estaremos esperando...
¡¡Desaparecido, está usted suspenso!!
Pacotto: ¡qué nervios!
Y, por cierto, ¿qué hay de lo nuestro?
Sigo buscando (con todo el respeto) qué es lo que tiene de "revolucionaria" y "pionera en la radiodifusión española -o algo así-" la nueva programación de la RUN.
Si puedes abrirme los ojos, te lo agradecería.
Un saudiño.
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