Todo tiene su origen en que se me ocurre comentarle a Bea Gómez Baceiredo el tesoro que voy amasando con los de tercero y cuarto, y ella me reta a ver si soy capaz de superar los hallazgos de sus neonatos al periodismo. Y me rindo, claro. Bea es de esas profesoras que aparentan serenidad pero me la juego a que veranea en balneario, para reponerse. Ella enseña Comunicación e Información Escrita, esto es, lo que toda la vida ha sido Redacción, pero a saber a qué mente preclara se le ocurrió disfrazar el bello oficio de escribir con semejante enunciado. Es como si, para definir a Fernando Torres, dijéramos que es licenciado en Artes Atléticas de Control y Definición Esférica con las Extremidades Inferiores del Cuerpo Humano. Pero ea.
Vayamos con el botín que Bea me regala y que comparto, gustoso. Primero, las frases de los exámenes finales de junio:
“La estructura in medias res sería a la multitud como las antiguas órdenes de los emperadores a sus ejércitos e imperios”.Y ahora, el siempre necesario enriquecimiento del vocabulario:
“El tipo de descripción que predomina en el periodismo es la policiaca, como por ejemplo Sherlock Holmes”.
“El autor destaca los elementos mujeriles de su aspecto”.
“El polvo, que a nadie nos gusta porque es asqueroso, ensucia y produce un mal efecto a la vista…” (comentario al ensayo de Flannery O’Connor donde dice que hay que cubrirse de polvo para escribir. También los ha habido bíblicos, con “en polvo eres y en polvo te convertirás”).
Mitos contemporáneos según F. Brune: “Son las leyendas urbanas que se oyen, como los cocodrilos en las alcantarillas de NY”.
Insignificativa. Caracterizacización. Haciones (por acciones). Rebelante (por relevante). Intercalo. Presición. El personaje habre la puerta. Incapié (cinco alumnos). Cohexión. “El Alcón Maltés”. Verasitud. Detallez. Atractividaz. Los pescadores hiban recogiendo……Y vamos recogiendo, que para luego es tarde. Mi amigo el infiltrado me dice que eso no es nada, que en su periódico había un veterano redactor de Deportes, de estos de toda la vida, que durante varios días escribía que si el jugador iba axfisiado, que si la táctica axfisiaba al contrario, que el entrenador buscaba axfisiar al contrario, que… y todos los días, el jefe de Edición le decía cariñosamente que la x y la s iban bailadas. Y nuestro redactor le zanjó con un contundente: “Déjate de chorradas, que así lo he escrito toda mi vida”. Y punto.