viernes, 26 de junio de 2009

domingo, 21 de junio de 2009

Paella a la boloñesa

En las casquerías de hijos con estudios de los setenta sustituyeron los cartelones promocionales del escaparate de "Se despachan lenguas y sesos" por otros más 2.0 para la época: "Se transmiten idiomas y talentos". Ignoro el beneficio de tamaña campaña de marketing, pero a fe que había voluntad evolutiva.

Lo que pasa es que, a veces, la evolución es un asalto al pasado o un regreso al futuro, porque de verdad que me he perdido. Los estudios universitarios evolucionan para adaptarse al marco europeo y resulta que hasta hoy hacíamos licenciados pero desde ahora vamos a hacer graduados, como si Dustin Hoffman volviera a matricularse. –"¿Tú eres licenciado?" –"No, soy graduado" –"Pero ¿de entonces?". –"Entonces, ¿qué?".

Ay, Plan Bolonia. A partir del 1 de septiembre sucumbimos al mimetismo para adaptarnos al resto de los europeos, que es lo que tiene. De acuerdo al Plan, en mi fcom vamos a enseñar a ser periodistas a los nuevos con unos parámetros que se me escapan: saber escribir, informar de lo que la sociedad necesita saber, ser rigurosos, amar la verdad, ser inquietos, querer saber, descubrir nuevos lenguajes, reconocer derechos y obligaciones de los actores y del público, conocer el mundo, descubrir la historia, introducirse en el pensamiento, entender el arte, ser amables, negarse a la alienación, querer, saber crear, ser atrevidos, arriesgar, comprometerse, apasionarse, aprender a sacar las malditas cuentas... y otros muchos más ítemes imprescindibles para ejercer el más bello oficio del mundo.


El viernes, este puñado de profe-fecomes arrasamos con la paella que aparece rendida a nuestros pies para decir adiós a los planes de los noventa y hola a los nuevos. Una forma de celebrar, entre otras cosas, los cincuenta años cumplidos por nuestra facultad desde que descubriera que a la lengua y al seso no hace falta despacharlos en una casquería ni, mucho menos, disimularlos.

viernes, 19 de junio de 2009

Eduardo y Vicente, in memoriam

Ahora, Eduardo y Vicente estarán charlando, seguro. Y Vicente le estará explicando que entre los dos (y muchos más de allá arriba) van a conseguir que la mujer de Eduardo y sus dos hijos salgan adelante con fuerza, con ganas de vivir y con ánimos para trabajar para que los hijos de la ira dejen de manchar, de una vez y para siempre, el honor y la vida de todo un pueblo.

Sanseacabó Nº 53, emitido por 98.3 Radio






martes, 16 de junio de 2009

A montar el pollo

Este rincón, en tratándose de hablar de universidades y alumnaje, ha demostrado un poder infinito en eso de montar el pollo. Uno escribe sobre la miopía de los editores de Prensa, que es un poner, y el pacomentario pasa sin pena ni gloria. Pero ay si se le ocurre decir que unos alumnos sobresalen: Little Big Horn se queda más bien tirando a pequeño que a grande, y digo tirando porque tiran a dar. Al final, queda el Cementerio de los Comentarios Suprimidos (© Mikel 2009), que es el terreno de la batalla nula, donde yacen todas las víctimas (hay más de un periodista que habla de víctimas inocentes, y perdón por la digresión) de un pimpampum que siempre acaba como el Rosario de la Aurora. Esta vez, afortunadamente, las balas eran de fogueo. Solo me queda la pena de que quien lea la entrada anterior, plagada de comentarios suprimidos, no va a entender un carajo de la cosa si no tiene el contexto. Pero es otra historia que da para un blog aparte. Y hasta para un seminario, gurú.

Yo aquí he venido a hablar de mi Jacinto, que es algo que siempre nos quedará y en donde, mira tú, lo de montar el pollo es algo natural:



Visto lo cual, solo me queda hacer un llamamiento a la sociedad para salvar a Mecasuen, nuestra mascota. La temible familia Miranda, del mismísimo Arguedas, pretende darle el pasaporte este viernes, con el peregrino argumento de que se le acaba el pienso. Ciudadanos, ciudadanas: salvemos a Mecasuen. Tenemos grupo en Facebook para conseguirlo. En tus manos está el contribuir a evitar que una estrella de la nueva televisión acabe mal; puestos a elegir, se me ocurren no menos de doscientos telecandidatos para quitarles el sustento antes que a Mecasuen. Y si no, fíjense en su soltura, en su saber estar, en su profesionalidad. Por lo menos, es de los pocos que no cacarea.

lunes, 15 de junio de 2009

Talento por arrobas

No debía entrar al trapo de escribir sobre los Proyectos Periodísticos 2009 de mi fcom porque, como bien intuye Nahum, temo que alguien que yo me sé le vuelva a quitar la anilla a la granada como hizo el año pasado y por Dios la que se armó. Pero el caso es que, como entré en esta dinámica de echar merecidas flores a los futuros profesionales en 2007, ahora me encuentro en la gustosa necesidad de seguir, y que sea lo que el Citado quiera.
No, no son tiempos difíciles para el periodismo. Como mucho, complejos y confusos, pero de difíciles nada. Con los nuevos medios y las nuevas tecnologías lo que se está demostrando es que el periodismo bueno (siguiendo a Randall) es más necesario que nunca. Y el buen periodismo solo puede ser hecho por buenos periodistas, formados y entrenados como tales. La patraña del periodismo ciudadano ya me cansa y solo hay que asomarse a la red para ver quiénes son los líderes de la información por veredicto popular.

Sí, son los grandes de siempre, solo que ahora el envoltorio no es de papel sino digital. ¿Y? Pues ahí empieza el problema. Que yo sepa, el periodismo digital es la primera gran y exitosa idea de comercialización que unos gestores no saben vender. Conforme van pasando los años, los contenidos digitales de los grandes y pequeños medios crecen en riqueza, imaginación, apuesta y servicio... mientras los gerentes de esos mismos grandes y pequeños medios siguen sin saber cómo rentabilizar tanta riqueza. Me pregunto qué enseñarán en los MBA...


...Porque talento, del intangible, hay a raudales. Ésta es la alineación titular de Zinc, una revista creada y desarrollada por este grupo de cuasilicenciados en Periodismo, y que ha sido uno de los dos grupos a los que he tenido la suerte de acompañar en su proyecto fin de carrera. Zinc es una revista muy bien escrita, pero eso no es todo: es una gran idea sobre el necesario periodismo de profundidad, ése que tanto se echa en falta porque se niega a que los árboles le impidan ver el bosque. Periodismo no es solo contar cosas, sino saber contarlas, a quién, por qué y muchas más cosas que hay que aprender y absorber con años de dedicación.

Las revistas se han ido al garete del mercado español por muchas razones, pero como lector veterano apunto dos: por contar lo que ya todo el mundo sabe y por engañar. Sí, por engañar: por engañar con portadas del tipo "Toda la verdad sobre..." para descubrir, una vez compradas, que aquello es un refrito de siete días. Detrás, redacciones anoréxicas alimentadas de becarios y nula inversión en talento, en creatividad. Hacer una revista como Zinc cuesta mucho dinero, pero es lo que tiene la calidad, que hay que invertir en ella. Pero el alacrán del contable sigue matando al cocodrilo del talento que le cruza el río porque, ya saben, es su naturaleza.

Hasta la fecha, lo que los gerentes han sido capaces de hacer es taladrar el futuro de su negocio: despedir periodistas empobreciendo su oferta y esperando que alguien que no sean ellos descubran cómo sacarle rentabilidad al periodismo digital.


Pero es que el problema no se encierra sólo entre cuatro papeles. Esta peña de aquí arriba, que se hicieron semejante foto de museo para la presentación de su proyecto, han parido al Jacinton Post, que es de genial carcajada y talento por arrobas. Hasta donde llegamos, es la primera web satírica que mira la actualidad con ojos frescos y sabe reírse y hacer reír con tanto desparpajo como criterio profesional. Un pozo sin fondo donde han sabido agitar la información hasta descorcharla y hacer un uso, casi inmejorable, de las posibilidades que las nuevas tecnologías ponen al alcance de mentes creadoras. Aunque por el momento no esté actualizada (al fin y al cabo es un proyecto fin de carrera ya presentado y juzgado), animo a cuantos se asomen por este rincón a darse un garbeo por su dominio, con el convencimiento de que saldrán pasmados por la cantidad, calidad y variedad de sus contenidos.

Ahora estamos en fase de darle al Jacinton Post un salto a la realidad. ¿Podremos? Si yo tuviera unas perras me ponía ya a ello. Y si fuera gerente, buscaría ya cómo rentabilizarlo. Pero estoy sin blanca y mi capacidad gerencial debe ser del nivel de Mecasuen, nuestra mascota.

Vamos, que cada día estoy más convencido de que sobra talento periodístico. Pero lo que sigue faltando es saber rentabilizarlo. Qué buen vasallo si tuviera buen señor...

viernes, 5 de junio de 2009