Menuda suerte

Perdónenme si les devuelvo los pies a la tierra, pero eso de que nos toque el gordo es más improbable que la opción de que los Rolling Stones vayan a retirarse algún día. Mi convencimiento es que pagamos los 20 euros por décimo no para alcanzar la fortuna sino para tener derecho a soñar con alcanzarla. Pagamos ese precio, razonable, para estar unos cuantos días, concretamente hasta el 22 de diciembre, pensando en lo bien y desahogados que viviremos a partir de entonces. Incluso hay quienes se meten tan profundamente en ese sueño que ya empiezan a mirar por encima del hombro al director de su sucursal bancaria.
Sanseacabó Nº 37, semana 51 de 2008, emitido por 98.3 Radio