lunes, 31 de agosto de 2009

Tormenta sobre la becaria

Me dice que está siendo un verano duro pero que se encuentra tranquila. Reconoce que no hay nada como el salir del cascarón para darse cuenta del frío que hace ahí fuera. Lo que en la facultad le parecía color de rosa ahora se le ha desteñido de medio a medio hacia un marrón feote. Y, bueno, le contesto que nada nuevo bajo el sol, que bienvenida al club de la vida misma. Sí que me preocupa, aunque poco, cuando metidos en harina me confiesa que salió de Pamplona convencida de que el Periodismo era la pasión de su vida, pero que este verano incluso lo ha llegado a dudar. Mujer, le digo, que hay que darse tiempo para digerir la duda y no atragantarse con el primer bocado. Por eso me he acordado de mi querido amigo y maestro Paco Go, quien me regaló esta reflexión cuando era yo el que levantaba el vuelo: "Desconfío del periodista al que en ningún momento de su carrera le asalta la duda de si ésa es su verdadera vocación". Pero eso, carajo, es a lo largo de la carrera, no en la primera recta, querida.

Lo que le pasa también es que ha convivido, indefensa, con la veterana fauna del medio, un gran medio, y por lo que me dice ha aprobado con nota Conocimiento del Medio: "Buenas personas que te ayudan en lo que pueden, grandes periodistas, pero también muy malos, muy amargados, y gente que quiere llegar la primera a la cima cueste lo que cueste. Incluso de estos estoy aprendiendo algo: cómo no me gustaría ser nunca". Y como ella ha sacado su conclusión, para qué añadir nada. Bueno, sí, algo que llevo mucho tiempo diciendo: que el futuro periodista se la juega en el primer tramo de su desempeño profesional. Si aterriza en medio de un gran equipo, optimista y activo, tiene todo a favor para triunfar, y si no lo hace será porque no quiere o no sabe. Pero como le toque el pelotón de los rebotados, grises, amargados y trepas, su genoma periodístico tiene muchas papeletas de ser pervertido por el fenoma ambiental, a no ser que sea fuerte, muy fuerte.

Y yo le digo con total sinceridad que ella, además de buena periodista, es fuerte, activa, positiva, divertida, curiosa, inquieta, con carácter y las ideas claras, así que no hay problema. Ha sido una tormenta de verano, de esas frescas que limpian el ambiente, abrillantan los verdes, despejan la cabeza y hasta acongojan un tanto con sus rayos y truenos. Y un paisaje después de la tormenta, con olor a tierra mojada, es de esas cosas difíciles de superar.

3 comentarios:

Javier Felones dijo...

Tranquilo Paco, que se le va a pasar en un tris. Seguro

Mikel Arilla dijo...

Y si no se le pasa, habrá que ir a decirles cuatro cosas a esos...jejeje. Precisamente por ser positiva, activa, inquieta, divertida,curiosa y con las ideas claras todo le irá bien.

Yo confío en ello. Y en ella.

Nico Sangrador dijo...

También es cuestión de ver un medio fuera de los meses del verano, cuando están todos trabjando y pocos o nadie de vacaciones.

Esa amargura de algunos es propia de estos tres meses, pero en invierno todo tiene mejor pinta.